El creador de uno de los manganimes más icónicos de todos los tiempos ha vuelto a pronunciarse sobre un tema que durante años ha dividido a los fans: la redención de los villanos.
Para Masashi Kishimoto, esta decisión narrativa no fue casualidad, sino una de las filosofías centrales de su obra.
EL DEBATE SOBRE “CONVERTIR” A LOS ANTAGONISTAS
Desde sus primeras sagas, Naruto se caracterizó por algo que con el tiempo se volvió casi un chiste recurrente entre los seguidores: el protagonista logra que muchos de sus enemigos reconsideren su camino y, en más de un caso, terminen luchando de su lado. Esta constante no fue fruto de la improvisación, sino parte de un mensaje que Kishimoto siempre quiso transmitir: que nadie es completamente malo.
En una entrevista con la web oficial de Naruto, el mangaka explicó que, para él, las personas nacen siendo buenas, pero las circunstancias y la ausencia de guías adecuadas pueden llevarlas a perderse. Justamente por eso, Naruto actúa como un puente para devolverles la esperanza y acercarlos nuevamente al lado del bien.

LA VISIÓN DE KISHIMOTO SOBRE EL BIEN Y EL MAL
“Quiero creer que todas las personas nacen siendo buenas”, señaló Kishimoto. “El entorno y las experiencias pueden llevarnos por el mal camino, pero la guía de un mentor puede marcar la diferencia”. También reflexionó sobre lo difícil que es definir lo que es “bueno” o “malo”, y cómo las relaciones entre maestros y alumnos en la historia son esenciales para el desarrollo de los personajes.
Ejemplos como Jiraiya, Kakashi e incluso Orochimaru muestran que estas conexiones no siempre son blancas o negras, y que cada relación tiene un peso significativo en el crecimiento personal. Según el autor, el propio Naruto pudo haber sido un villano, pero gracias a las enseñanzas de sus mentores se convirtió en el héroe que todos conocen.
EL LEGADO DE UNA FILOSOFÍA EN EL MUNDO NINJA
La postura de Kishimoto refuerza que, más allá de las batallas y el espectáculo visual, Naruto siempre ha tratado sobre la empatía, el entendimiento y el impacto de las relaciones humanas. Una visión que, aunque criticada por algunos, sigue siendo uno de los pilares que hicieron de esta historia un fenómeno global.