Imagina un lugar donde puedas recorrer la Kame House, participar en el Torneo de Artes Marciales o pasear por el planeta Namek, todo bajo la mirada de un enorme Shenron de 70 metros.
Ese es el concepto del parque temático de Dragon Ball que Arabia Saudí planea abrir en Qiddiya, a 40 minutos de su capital; Sin embargo, no todos ven esta idea con buenos ojos, y uno de sus mayores críticos es nada menos que Kazuhiko Torishima, histórico editor de la obra y figura clave en el éxito de Akira Toriyama.
Torishima no solo fue el editor que revisaba y aprobaba las páginas que llegaban a la revista Shonen Jump, sino que también influyó en varias decisiones creativas de Toriyama, incluyendo el protagonismo de Arale en Dr. Slump. Por eso, su opinión sobre la franquicia pesa mucho entre los fans y la industria.
EL MOTIVO DE SU RECHAZO
En una entrevista para Diamond Online, Torishima dejó claro que no participó en la decisión de construir el parque en Arabia Saudí y que, de haber estado en Shueisha, jamás habría dado luz verde al proyecto. Su principal argumento es que la ubicación no es adecuada para el público principal de Dragon Ball: los niños japoneses.
"La región es políticamente inestable, y es poco probable que los niños japoneses puedan viajar allí. Dragon Ball existe gracias a sus lectores. Si solo piensas en las ganancias rápidas, no entiendes la esencia de esta obra", comentó el editor.
Torishima también hizo hincapié en que, a diferencia de Disneyland en Japón, este parque sería inaccesible para la mayoría de los niños, convirtiéndose en un lugar pensado para adultos adinerados.
Según él, esto va en contra del espíritu de la Weekly Shonen Jump, una cultura que siempre ha estado respaldada por jóvenes lectores.
UN POSIBLE CAMBIO DE OPINIÓN
A pesar de sus críticas, Torishima admitió que su postura podría cambiar si existiera un programa que permitiera a niños japoneses visitar el parque de forma gratuita o, al menos, establecer algún tipo de vínculo entre ellos y el proyecto en Arabia Saudí.
Por ahora, no hay fecha confirmada de apertura, pero sí la certeza de que será el primer gran parque temático de Dragon Ball en el mundo. Aunque la idea suena como un paraíso para los fans, las declaraciones de Torishima abren un debate sobre si este tipo de proyectos deben priorizar la rentabilidad o la conexión con el público que los hizo posibles.