Los postres y dulces ya no tienen por qué ser enemigos de una dieta saludable. En tiempos donde el equilibrio y la conciencia alimentaria son prioridad, la gelatina de té verde se posiciona como una opción innovadora, deliciosa y funcional.
Este postre no solo es bajo en calorías y fácil de preparar, sino que también ofrece múltiples beneficios para la salud y es ideal para quienes desean perder peso sin sacrificar el placer de comer algo dulce.
BENEFICIOS DE LA GELATINA DE TÉ VERDE
Con su color vibrante y textura ligera, la gelatina de té verde combina los poderes del té verde, reconocido por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para acelerar el metabolismo, con los beneficios digestivos y saciantes de la gelatina.
Según Melissa Majumdar, nutricionista del Centro de Cirugía Bariátrica Metabólica del Brigham, la mezcla de cafeína y catequinas del té verde estimula el gasto energético del cuerpo.
Además, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) señala que la gelatina también puede contribuir a la salud del cabello y uñas gracias al colágeno, aliviar dolores articulares, y mejorar la elasticidad de la piel.
Los compuestos bioactivos del té verde, especialmente los polifenoles y ácidos fenólicos provenientes de la planta Camellia sinensis, también han demostrado tener efectos antiinflamatorios, neuroprotectores y anticancerígenos.
Estudios indican que estos antioxidantes ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, pulmonares, diabetes y hasta ciertos tipos de cáncer. De hecho, una investigación publicada en The American Journal of Clinical Nutrition reveló que quienes consumen más té verde tienen hasta un 28% menos de riesgo de sufrir eventos cardíacos.
RECETA DE GELATINA DE TÉ VERDE
INGREDIENTES
- 3 o 4 bolsitas de té verde
- Endulzante al gusto (miel, agave, azúcar morena o edulcorante)
- 250 ml de agua hervida
- 100 ml de agua fría
- 1 sobre de gelatina neutra
- 250 g de nata líquida
PREPARACIÓN
- Sumerge las bolsitas de té en los 250 ml de agua caliente.
- Hidrata la gelatina neutra en los 100 ml de agua fría.
- Endulza el té al gusto y resérvalo.
- Calienta la nata líquida en un cazo hasta que hierva.
- Retira del fuego y añade la gelatina escurrida. Mezcla hasta que se disuelva completamente.
- Incorpora la infusión de té verde y remueve bien.
- Vierte la mezcla en moldes individuales y refrigera al menos tres horas (idealmente toda la noche).
- Una vez cuajada, desmolda y disfruta de un postre ligero, saludable y funcional.
Este dulce es prueba de que cuidar tu salud no tiene por qué ser aburrido ni insípido. La gelatina de té verde es una aliada refrescante para tus metas de bienestar.
