La Secretaría de Salud informó que en Chiapas se detectó el primer caso de miasis humano por el gusano barrenador dentro del territorio mexicano. A pesar de que esta enfermedad afecta a las personas muy poco común, es importante saber que es este padecimiento y los síntomas que se tienen con el fin de que los ciudadanos del país puedan tomar sus precauciones.
Esta enfermedad es causada por el Cochliomyia hominivorax, este es un gusano que afecta principalmente al ganado; sin embargo, en algunos casos es posible que las personas puedan padecer esta enfermedad. En este tipo de situaciones es esencial que los ciudadanos contagiados reciban atención médica lo más antes posible.
¿QUÉ ES LA MIASIS CAUSADA POR EL GUSANO BARRENADOR?
La miasis por el gusano barrenador, es una infestación parasitaria causada por las larvas de una mosca. Estas larvas se alimentan del tejido vivo de animales de sangre caliente, incluyendo a los humanos en raras ocasiones, este gusano es apodado “barrendero” por devorar el tejido vivo de diferentes seres vivos; aunque principalmente afectan al ganado.
La mosca que causa este padecimiento es de color azul verdoso metálico con ojos y cabeza rojizos, son las hembras las que depositan sus huevos directamente en heridas abiertas de la piel, mucosas lesionadas o cerca de orificios naturales; una sola mosca puede poner cientos de huevos. Los huevecillos eclosionan en menos de 24 horas y las larvas comienzan a alimentarse del tejido vivo.
La alimentación del gusano barrenador causa lesiones dolorosas que pueden agrandarse y supurar. En casos graves, puede haber destrucción de tejidos, infecciones secundarias e incluso la muerte, especialmente en animales; el riesgo para los humanos se encuentra presente y especialmente si se tienen heridas abiertas o se está cerca de ganado en áreas rurales.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA MIASIS CAUSADA POR EL GUSANO BARRENADOR?
Los síntomas de la miasis del gusano barrenador es muy específica, en los casos de humanos son:
- Dolor intenso en la zona afectada.
- Inflamación y enrojecimiento alrededor de la herida.
- Sensación de movimiento debajo de la piel.
- Presencia visible de larvas en la herida o cerca de ella, incluso en nariz, ojos u boca.
- Secreción con mal olor de la herida.
- En casos graves, daño severo a los tejidos subyacentes
