En temporada de calor, el recibo de luz puede convertirse en una preocupación constante para muchas familias. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha identificado cuáles son los electrodomésticos que más consumen energía en los hogares y ofrece una serie de recomendaciones para evitar que el gasto se dispare.
¿CUÁL ES EL APARATO QUE MÁS CONSUME LUZ EN LA CASA?
De acuerdo con la CFE, el aire acondicionado encabeza la lista de los aparatos que más electricidad consumen en un hogar. Su uso intensivo en regiones cálidas, especialmente durante el verano, puede elevar significativamente el monto del recibo de luz.
El consumo de este aparato varía dependiendo de varios factores, entre ellos:
- Capacidad del equipo (medida en toneladas)
- Horas de uso diario
- Temperatura programada
- Condiciones de aislamiento térmico en la habitación
¿CÓMO PUEDES EVITAR PAGAR DE MÁS?
- Ajustar la temperatura entre 24 y 25°C: Cada grado menos puede aumentar el consumo entre 4 y 6 por ciento.
- Usar ventiladores para distribuir el aire frío: Esto permite usar el aire acondicionado a una temperatura más alta sin perder confort.
- Airlar bien la habitación: Sellar puertas y ventanas ayuda a mantener el aire frío adentro.
- Dar mantenimiento al equipo: Limpiar filtros y revisar el gas refrigerante mejora la eficiencia del sistema.
EL CONSUMO FANTASMA: ENERGÍA QUE SE ESCAPA SIN QUE SE NOTE
Otro factor que eleva el recibo de luz sin que muchos lo noten es el consumo fantasma, que proviene de aparatos que siguen consumiendo electricidad incluso cuando están apagados o en modo de espera (standby). Según la CFE, este tipo de consumo puede representar hasta el 10 por ciento del total en el recibo.
Los principales responsables son:
- Televisores: Hasta 8.76 kWh al año si se dejan enchufados.
- Laptops: Aunque estén apagadas, consumen 8.9W por hora si siguen conectadas.
- Microondas: Gastan 3.08W apagados, pero si la puerta queda abierta, sube hasta 25.79W.
- Cargadores de celular: Aunque no estén cargando, consumen 0.26W al estar conectados.
Sin embargo, el aire acondicionado es, según la CFE, el principal responsable de las facturas de luz elevadas, pero no es el único. El consumo fantasma y hábitos poco eficientes también tienen un impacto importante.