Hoy, lunes 20 de mayo, México celebra el Día del Psicólogo, una fecha dedicada a reconocer la labor de quienes trabajan por el bienestar mental y emocional de las personas.
La Psicología abarca un amplio espectro que va desde la investigación académica, docencia y análisis criminal, hasta el área más agradecida por la sociedad que es la terapia psicológica.
¿QUÉ HACE UN PSICÓLOGO?
Estos profesionales de la salud mental se encargan de evaluar, intervenir, estudiar y prevenir problemas relacionados con el comportamiento humano, las emociones, los pensamientos y los trastornos mentales.
Pero, como toda ciencia, ha necesitado experimentar para comprender la mente humana… a veces, llevando todo demasiado lejos. Aquí te presentamos cinco experimentos tan extraños como escalofriantes que marcaron un antes y un después en la historia de la Psicología:
1. WATSON Y EL PEQUEÑO ALBERT (1919)

Un bebé de nueve meses, un ratón blanco, un fuerte estruendo metálico… y una teoría por comprobar. John B. Watson y Rosalie Rayner decidieron probar que el miedo podía condicionarse.
El pequeño Albert terminó temiendo a casi cualquier cosa peluda, incluyendo a Santa Claus y lo más preocupante de este caso es que nunca desensibilizaron al bebé. Solo lo dejaron con ese miedo y una vida que, hasta hoy, sigue envuelta en misterio.
2. FREUD, FLIESS Y EMMA ECKSTEIN (1895)

Emma Eckstein fue una de las pacientes más célebres y trágicas de Freud. Su amigo, el médico Wilhelm Fliess, convencido de que existía una conexión entre la nariz y los genitales femeninos, la operó sin anestesia adecuada y dejó más de 50 centímetros de gasa dentro de su cavidad nasal.
Emma sobrevivió de milagro, pero nunca se recuperó del todo. Freud culpó a la paciente por su sufrimiento. El machismo médico elevado a la categoría de “tratamiento experimental”.
3. LA LOBOTOMÍA: CUANDO LA SOLUCIÓN ERA APAGAR EL CEREBRO (AÑOS 30-50)

¿Conductas difíciles? ¿Trastornos mentales? Para algunos médicos, la respuesta era sencilla y brutal: Meter un picahielo en el ojo y “cortar” la parte frontal del cerebro.
El neurocirujano António Egas Moniz fue premiado con el Nobel por esta “técnica revolucionaria”, que con el tiempo se convirtió en símbolo de la deshumanización psiquiátrica.
Miles de personas fueron sometidas a lobotomías, muchas sin su consentimiento, quedando con secuelas permanentes o muriendo en el proceso. Hoy es uno de los ejemplos más extremos de cómo la medicina mental perdió el rumbo.
4. EL EXPERIMENTO DE LA PRISIÓN DE STANFORD (1971) ¿FRAUDE?

Philip Zimbardo decidió convertir el sótano de la universidad en una prisión ficticia, con estudiantes voluntarios como “guardias” y “reclusos”. En solo días, el experimento se salió de control, pues los guardias comenzaron a torturar psicológicamente a los presos.
Aunque estaba planeado para dos semanas, tuvo que cancelarse al sexto día. Zimbardo demostró cuán fácil es que una persona normal se vuelva abusiva con solo cambiarle el rol social. Un retrato inquietante del poder y la obediencia.
Sin embargo, este experimento representa uno de los más cuestionados y Zimbardo fue señalado de por vida por su falta de profesionalismo.
5. MILGRAM Y LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL (1963)

Uno de los experimentos más escalofriantes de la Psicología no fue por sus métodos, sino por sus conclusiones: casi cualquier persona es capaz de hacer daño a otro si una autoridad legítima se lo ordena.
Stanley Milgram pidió a sus participantes que administraran descargas eléctricas (falsas, pero ellos no lo sabían) a otra persona cada vez que cometía errores. A pesar de los gritos de dolor, muchos siguieron adelante… solo porque alguien con bata blanca decía “continúe”.
Milgram concluyó que es fácil ignorar la responsabilidad cuando uno se ve como “un eslabón en la cadena”. El experimento sigue siendo referencia para entender cómo operan los sistemas autoritarios y cómo la obediencia puede sobrepasar la empatía.