La mayor parte de los pacientes en espera de recibir un órgano trasplantado en la Unidad Médica de Alta especialidad (UMAE) de Ciudad Obregón requieren de un riñón para poder incrementar su esperanza de vida, ello por causa de enfermedad renal crónica, la cual se está convirtiendo en la nueva pandemia, advirtió el médico Armando Gurrola, coordinador hospitalario de donación de órganos y tejidos en el complejo hospitalario.
Para los próximos 10 años, se estima que este padecimiento se incremente en tres o cuatro veces en comparación con lo que tiene actualmente, expresó el entrevistado.
El riñón, al final se convierte en blanco de algunas enfermedades de las que en la región sur de Sonora se tiene mucha incidencia, como es la diabetes, la presión ata y la obesidad, comentó.
Por otra parte, es este el órgano que más se trasplanta en la UMAE, ello porque se tiene más experiencia, más equipos que lo hacen y el gran número de pacientes existentes en la localidad, agregó.
Entre las medidas para reducir su incidencia, enumeró el llevar una vida saludable y equilibrada, evitar el consumo de tabaco y alcohol en cantidades excesivas, así como mantenerse activos físicamente.
Hasta la fecha van realizados 35 trasplantes de riñón y se pretende llegar a 50 o más para fin de año; hay otros 100 pacientes esperando un riñón; esto únicamente en la UMAE de Ciudad Obregón, pero a nivel nacional se tienen en lista de espera más de 16 mil pacientes que requieren el mismo órgano, mencionó.
De éstos, dijo, la gran mayoría son pacientes del IMSS, por lo que la institución debe seguir fomentando la cultura de la donación de órganos, ya que es esta la única acción que, a pesar de tener las instalaciones suficientes, requiere de alguien más para ayudar a otro ser humano a recuperar la salud.
La sobrevida del injerto en un paciente trasplantado en la UMAE, al primer año de la intervención es superior al 99 por ciento y después de cinco años es del 97 al 98 por ciento, que son los rangos internacionales, expuso el médico.