¿Quién no ha llegado cansado de la calle y, ya sea por cansancio o flojera, en vez de cocinar o encargar comida, opta por una sopa instantánea? La verdad es que este es un producto práctico, pero se ha dicho que carece de nutrientes.
Sin embargo, para desmitificar si realmente sirve como alimento o no, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) se lanzó a evaluar varias marcas de sopa instantánea, a fin de determinar que cumplan con los etiquetados y también conocer cuál es la más nutritiva por su contenido proteico.
SOPAS INSTANTÁNEAS ESTUDIADAS POR PROFECO
A fin de encontrar si la sopa instantánea cumple con lo prometido en el etiquetado, así como con su información nutrimental, la dependencia federal, a través del Laboratorio del Consumidor estudió 33 marcas de sopa instantánea, y el resultado es sorprendente, pues no es la más conocida.
Entre los aspectos que Profeco calificó están contenido nutricional por cada 100 gramos de producto preparado; además, el nivel de proteína, grasa, carbohidratos y sodio.
Asimismo, también se consideró Información en el etiquetado, sellos de advertencia nutrimental y los ingredientes usados (azúcares, harinas, grasas y aditivos); el resultado fue el siguiente:
Una vez analizadas todas las marcas, una destacó sobre las demás por su elevado contenido proteico: la Pasta Lista Fusilli con tomate y mozzarella de la marca Knorr, la alcanzó el mejor resultado, ya que contiene 4.67 gramos de proteína por cada 100 gramos, aplastando a sus competidores.
Sobresalió también porque es la que menos grasa contiene: 0.97 gramos de grasa por cada 100 de producto.
Pero como en todo hay un “prietito en el arroz”, pues la Pasta Lista Fusilli de Knorr no presenta sellos de advertencia para calorías, azúcares, sodio y grasas saturadas, incumpliendo con los límites establecidos, contrario a sus competidores, que sí cuentan con las etiquetas.
Así que ya lo sabes, eso de que no nutren Profeco lo desmiente, ya que este producto contiene una gran ventaja: su elevado nivel proteico, convirtiéndola en una opción baja en grasas, a un precio promedio de 32 pesos.
