Las piezas metálicas estuvieron alojadas en su vejiga por dos meses
La curiosidad es un arma muy poderosa y motivante en los niños, pero un pequeñito chino, de la ciudad de Wuhan, la llevó más allá, pues introdujo por su miembro viril 31 bolitas magnéticas que se le alojaron en la vejiga.
Por dos meses las piezas estuvieron en su cuerpo, hasta que sitió fuertes dolores en el abdomen que hicieron que fuera llevado al hospital
El especialista en urología que trató al niño, Wang Jun, dijo que las esferitas eran “muy difíciles de recuperar” por su magnetismo, ya que durante el procedimiento para extraerlas tendían a resbalarse o se agrupaban en bola.
Para sacarlas, los médicos bombearon aire desde miembro a la vejiga, por lo que esperan que el chiquillo se recupere satisfactoriamente.
