Acompañado por Obispos, Cardenales y Sacerdotes, Sandoval Íñiguez ingresó al recinto para presidir la celebración eucarística que se organizó en su honor.
El 26 de noviembre de 1994 el Papa Juan Pablo II le otorgó la proclamación cardenalicia.
Rogelio Cabrera, Arzobispo de Monterrey y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, describió a Sandoval Íñiguez ante los feligreses como un hermano noble, sincero y valiente.