La Arquidiócesis Primada de México estableció un conjunto de 8 requisitos clave para garantizar que todas las parroquias sean espacios libres de abuso sexual infantil. Esta medida forma parte del Plan Preventivo contra las Violencias Sexuales, desarrollado por la Comisión para la Protección de Menores.
De acuerdo a un artículo en el portal Desdelafe.mx, el objetivo principal es salvaguardar la integridad de niñas, niños, adolescentes y adultos en situación de vulnerabilidad dentro de las comunidades eclesiásticas, fomentando una Iglesia más segura, transparente y comprometida con la prevención de cualquier tipo de violencia.
IGLESIA QUE PROTEGE TIENE PREVENCIÓN COMO PILAR
El documento enfatiza la importancia de fortalecer el trabajo que se hizo en años anteriores tratando de involucrar activamente a toda a comunidad de la iglesia. “La prevención es la fuerza más formidable, universal y misteriosa, inscrita en el corazón del hombre, capaz de transformar el mundo”, se lee en el Plan.
Se dejó claro que, para lograr entornos seguros, cada parroquia debe elaborar un programa específico de prevención, impulsando acciones concretas y participativas que fomenten la escucha, la comunicación y la acogida.

LOS 8 REQUISITOS PARA UNA PARROQUIA LIBRE DE ABUSOS A MENORES
- Talleres de sensibilización y formación: Capacitación continua sobre los distintos tipos de violencia (familiar, sexual, psicológica, digital, entre otras) y problemáticas sociales que afectan a la infancia y adolescencia.
- Difusión de información para crear espacios seguros: Promover contenido educativo y orientador que permita a las comunidades identificar y prevenir situaciones de riesgo.
- Transformaciones profundas en la educación: Sanar heridas generacionales y cambiar prácticas de crianza nocivas que afectan el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes.
- Construcción de relaciones basadas en la confianza lúcida: Establecer vínculos claros y transparentes, con respeto y responsabilidad como ejes fundamentales.
- Identificación y reducción de espacios de riesgo: Evaluar inmuebles y lugares de encuentro para detectar zonas vulnerables que puedan facilitar situaciones de abuso o accidentes.
- Creación de comités, reglamentos y códigos de conducta: Establecer normas claras que orienten el comportamiento y prevengan abusos dentro del entorno parroquial.
- Redes de apoyo profesional: Vincularse con profesionales e instituciones especializadas a través de los órganos de la Curia, facilitando atención oportuna en casos de riesgo.
- Educación sexual parental integral: Fomentar una educación sexual basada en el amor, la ternura y el respeto, que complemente la formación científica con el acompañamiento familiar.