La mañana del domingo 10 de agosto, Hermosillo fue testigo de un acto de valentía y humanidad que puso de relieve la importancia de la atención a la salud mental. Gracias a la pronta y coordinada intervención de la oficial de Tránsito Fernanda Nieblas, el oficial preventivo Hiram Ruiz, personal de Bomberos de Hermosillo.
Pero cabe destacar que gracias al humanismo de la psicóloga Yolanda Ramírez, se logró impedir que una joven de aproximadamente 26 años atentara contra su vida desde el puente ubicado en la intersección de los bulevares Solidaridad y Luis Encinas.
El reporte se recibió a las 8:28 horas en el Centro de Control C5i, activando de inmediato a unidades de Policía Municipal, Tránsito, Bomberos y personal especializado en salud mental. Al llegar al lugar, los rescatistas encontraron a la joven al borde de la estructura, negándose a descender pese a los intentos previos de diálogo.
LA PSICÓLOGA YOLANDA RAMÍREZ LOGRA SALVAR LA VIDA DE LA JOVEN
Fue en ese momento que Yolanda Ramírez, psicóloga de profesión, intervino de manera decisiva, dejando atrás la celebración del cumpleaños de su esposo para brindar apoyo emocional y acompañamiento a la joven en crisis.
Con una determinación que inspiró a quienes presenciaron la escena, Ramírez se quitó sus tacones y corrió descalza hacia la cima del puente, convirtiéndose en un soporte vital tanto para la persona en riesgo como para los elementos de Bomberos y Policía.
Su intervención permitió que la joven desistiera de sus intenciones, salvándole la vida y demostrando la diferencia que puede marcar la empatía y la preparación profesional en momentos críticos.
MENSAJE DE LA PSICÓLOGA YOLANDA RAMÍREZ SOBRE LA SALUD MENTAL
Tras el suceso, Yolanda compartió su experiencia en su página de Facebook, destacando la complejidad de la situación y la importancia de la empatía en la sociedad.

Señaló cómo los comentarios negativos y la indiferencia de algunos espectadores subrayan la necesidad de un mayor enfoque en la salud mental.
Recordó que las personas con pensamientos suicidas no buscan morir, sino poner fin a su sufrimiento, y destacó la responsabilidad colectiva de cuidarnos y apoyarnos mutuamente.
La acción de Yolanda Ramírez no solo salvó una vida, sino que también envió un mensaje potente: la atención a la salud mental y la intervención oportuna son esenciales. Su valentía y sensibilidad nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia capacidad de ayudar y estar presentes para quienes lo necesitan.
Si tú o alguien cercano atraviesa una crisis emocional, recuerda: no estás solo, hay ayuda disponible y cada gesto puede marcar la diferencia.