En esta estrategia nacional destacan las acciones conjuntas para fortalecer la vinculación de la ciencia y la tecnología, el cultivo del sistema milpa intercalado con árboles frutales en un millón de hectáreas, la ruta de la milpa en pueblos mágicos y campañas de promoción y difusión orientadas a incidir en la producción y consumo de la leguminosa.
En el evento de lanzamiento de esta estrategia, en la sede de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo, su titular Víctor Villalobos Arámbula subrayó la importancia de la leguminosa que cultivan más de 570 mil productores de autoconsumo con variedades nativas en el centro-sur del país y los de producción comercial en el centro-norte.
Acompañado por la secretaria de Bienestar, María Luisa Albores González, y de representantes de las dependencias de Medio Ambiente, Turismo, Educación y Cultura, el secretario Villalobos Arámbula indicó que el frijol es el tercer cultivo por superficie sembrada en el país, con un promedio anual de un millón 490 mil hectáreas y una cosecha que en los últimos años ha promediado poco más de un millón de toneladas, principalmente en Zacatecas, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Nayarit y Chiapas.
Además de la producción de frijol para autoconsumo y la autosuficiencia alimentaria en el resto de las entidades, entre las que destacan Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Yucatán, Campeche y Puebla, apuntó.
En el mundo, abundó, se conocen alrededor de 150 especies de frijol y, en nuestro país existen entre 50 y 70, y para fines prácticos las variedades del grano que se siembran varían por región y preferencia de consumo, por ejemplo: negro en el sureste de México, pinto en el centro y noreste y claro en el occidente y noroeste.
Precisó que su consumo pasó de un millón 200 mil toneladas en 2006 y hoy en día alcanzar el millón, y las principales razones de esta caída son: volatilidad en precios que genera se sustituya por otras proteínas, urbanización y reducción de tamaño de familias.