Por: Oviel Sosa
El primer balón que tuvo en sus manos se lo obsequió su padre cuando tenía 5 años, con el que jugaba para distraerse, sin saber que en un futuro el baloncesto se convertiría en el motor que lo llevaría a grandes escenarios y lo colocaría en la élite del deporte ráfaga.
Con el tiempo, el basquet tomó un rol importante en su vida, y gracias a su talento y estatura, 2.4 metros a la edad de 14 años, le ayudó a ser integrante de la Selección Sonora.
Su habilidad con el balón y dinamismo rompían con el prototipo que se tenía de un poste habitual. Su posición era bajo el aro, pero “Lulo” podía atacar el tablero, atacar por fuera y dentro con disparos de media y larga distancia, lo que le valió a ser contemplado para ser parte de la Selección Nacional en torneos juveniles.
Al ingresar al Instituto Tecnológico de Sonora (Itson), con
Potros,escribió pasajes gloriosos, que le permitieron ver el baloncesto como una plataforma para crecer como deportista y ser humano.
Siendo estudiante del
Itsonle llegó la oferta para jugar con Correcaminos de Ciudad Victoria, en la Liga Nacional de Basquetbol Profesional (LNBP), escuadra con la que participó en 2001, iniciando así su recorrido por el circuito más importante de México en el baloncesto de paga.
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El proceso que había trazado en diferentes torneos y ligas le sirvieron para ser considerado en el draft de la NBA ese mismo año.
La carrera de “Lulo” iba en ascenso y en el 2002 cristalizó su esfuerzo en logros importantes. En ese tiempo, con la playera de Itson, dejó huella al colgarse la medalla de oro en la Universiada Nacional que se efectuó en Mexicali.
“Para mí el momento más glorioso fue la Universidad, porque ahí fue donde empecé a forjarme y visualizar en llegar a grandes escenarios y, sobre todo, me entregué por completo al entrenamiento”, expresó.
Ramsés gozaba
de reconocimiento y su presencia imponía en la duela; su liderazgo se hacía notar en cada momento del juego, durante el cual alentaba a sus compañeros, aunado a su gran capacidad para descifrar partido.
Además, su talento lo llevó a jugar en la Liga de Hungría del 2003 al 2005.
En el Circuito de Baloncesto de la Costa del Pacífico (Cibacopa) estableció hegemonía con Trigueros, con el que cosechó tres títulos: 2002, 2003 y 2007, equipo que junto con Zonkeys de Tijuana son los únicos que han logrado tres gallardetes.
En la LNBP voló hasta los más alto, con Halcones de Jalapa, con el que conquistó un bicampeonato en las temporadas 2008 y 2009.
Fue también en esa escuadra donde le cortaron las alas, tras recibir el veto por parte de la Liga Nacional de Basquetbol Profesional y de la Asociación Mexicana de Basquetbol (Ademeba), tras interponer una demanda en 2011 por despido injustificado en contra de Halcones.
En ese momento,
Juan Manuel González Floresfungía como presidente del conjunto de Jalapa y de la LNBP, personaje que fue determinante para que a “Lulo” Benítez se le cerraran las puertas en cualquier competencia profesional en la República Mexicana, a su vez no pudo emigrar al extranjero, porque no le otorgaron la carta que requería para salir del país.
“Le perdí sentido a la vida. No sabía qué hacer, porque ciertas personas truncaron mi carrera, manifestó con semblante rígido.
Tal situación le afecto por completo en su vida personal y profesional, por lo que en 2015 decidió alejarse de todo lo que rodeaba el basquetbol, no sin antes imponer un antes y un después en el baloncesto de Cajeme, por su habilidad, que le sirvió para representar a México en varios torneos.
En la actualidad, a sus 39 años de edad, se mantiene de un negocio familiar y se encuentra en espera que la demanda llegue a buen puerto.
