Este ingrediente casero es el secreto de las abuelitas para aliviar el dolor de muela

Más allá de un ingrediente de cocina, las personas lo utilizan como un antiguo aliado natural contra las molestias dentales

Este ingrediente casero es el secreto de las abuelitas para aliviar el dolor de muela

En muchos hogares mexicanos, las abuelitas guardan un conocimiento invaluable sobre remedios caseros que han pasado de generación en generación. Uno de estos secretos mejor guardados es el uso del ajo para aliviar el dolor de muela.

El ajo es ampliamente reconocido por sus propiedades medicinales. Se le considera un “superalimento” gracias a su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la salud cardiovascular. Sin embargo, pocos saben que también puede ser un eficaz analgésico natural para calmar las molestias causadas por problemas dentales.

¿POR QUÉ EL AJO PUEDE AYUDAR CON EL DOLOR DE MUELA?

El ajo contiene un compuesto activo llamado alicina, el cual posee propiedades antibacterianas y analgésicas. Este componente es capaz de combatir las bacterias que provocan infecciones bucales, lo que a su vez ayuda a reducir el dolor y la inflamación. Aunque su fuerte aroma puede ser un obstáculo para algunos, quienes lo han utilizado aseguran que su efectividad bien vale la pena.

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¿CÓMO SE PUEDE USAR EL AJO COMO REMEDIO CASERO?

Existen varias formas tradicionales de aplicar ajo para calmar un dolor de muela, entre las que destacan:

  • Aplicación directa: Se recomienda colocar un diente de ajo pelado y crudo directamente sobre la muela afectada, permitiendo que su jugo actúe sobre la zona inflamada.
  • Pasta de ajo: Otra opción consiste en machacar un diente de ajo y mezclarlo con sal o aceite de oliva para formar una pasta que puede aplicarse directamente sobre la muela.
  • Enjuague bucal: Aunque menos común y con resultados más variables, algunas personas preparan una infusión de ajo para usarla como enjuague bucal.

El ajo puede ser un aliado inesperado en momentos de urgencia dental, respaldado tanto por la sabiduría popular como por ciertos estudios científicos. Sin embargo, como todo remedio casero, debe usarse con responsabilidad y como complemento, no como sustituto, de la atención médica profesional.