En México, un país de más de 126 millones de habitantes y una vasta diversidad cultural, es muy común encontrar apellidos que se repiten en distintas regiones, heredados en generación tras generación.
Apellidos como Hernández, Martínez, López o Gómez se encuentran entre los más frecuentes, consolidando una identidad compartida que se ha forjado a lo largo de siglos. Sin embargo, dentro de este amplio mosaico de linajes familiares, también existen apellidos que son auténticas rarezas, casi secretos guardados entre unas pocas personas.
¿CUÁL ES EL APELLIDO MÁS RARO DE MÉXICO?
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadistica y Geografia (Inegi), el apellido Eguiluz es considerado hoy el más raro de México, debido a que solo 37 personas lo portan en todo el país.
Esta alarmante cifra lo coloca en una situación de riesgo de desaparecer en los próximos años, un fenómeno poco común considerando la vasta extensión del país.
Aunque en México el apellido Eguiluz es prácticamente inexistente, en España, que es su lugar de origen, es mucho más conocido. La palabra proviene del euskera, una lengua de raíz aislada, lo que significa que no comparte un origen común claro con otras lenguas conocidas.
La etimología de Eguiluz combina los vocablos “hegi” o “egi”, que significan “ladera”, y “luze”, que se traduce como “larga”, por lo que Eguiluz puede interpretarse como "ladera larga". Además, existen variantes como Eiluz o Hegiluz, y una posible relación con "Fernández de Lux", ampliando así su riqueza histórica y cultural.
El registro de este apellido data de mediados del siglo XVIII, cuando incluso algunos clérigos solían adoptarlo tras graduarse del seminario, especialmente aquellos considerados de alto rendimiento académico.
ESTE APELLIDO PODRÍA DESAPARECER
La posible desaparición de Eguiluz en México refleja también una parte de nuestra herencia histórica, pues muchos apellidos de origen español llegaron al país tras la conquista. Que un apellido como este, cargado de significado y tradición, esté a punto de extinguirse en nuestro territorio representa una pérdida simbólica para la diversidad cultural y lingüística que caracteriza a México.
En un país donde la riqueza de apellidos refleja siglos de migraciones, conquistas y mestizaje, la casi desaparición de Eguiluz nos recuerda la importancia de preservar y valorar nuestras raíces, incluso aquellas menos conocidas.