Oaxaca, tierra de cultura ancestral, paisajes imponentes y tradiciones vivas, esconde entre sus montañas, costas y valles, tres pueblos que enamoran por su belleza, autenticidad y riqueza natural.
Aunque son poco conocidos frente a otros destinos turísticos del estado, estos rincones ofrecen experiencias únicas, desde caminatas entre la niebla hasta rituales mazatecos o tardes de sol frente al mar.
PUEBLOS MÁGICOS OCULTOS DE OAXACA
CAPULÁLPAM
Ubicado a más de 2 mil metros de altitud y rodeado por un espeso bosque de encinos y pinos, Capulálpam de Méndez es un Pueblo Mágico que combina arquitectura colonial, medicina ancestral y aventuras al aire libre.
Para llegar, es sencillo desde la ciudad de Oaxaca, tomando la carretera 175 en dirección a Tuxtepec y seguir los señalamientos. El recorrido toma aproximadamente una hora y media.

¿Qué hacer?
El corazón del pueblo es su plaza principal, coronada por el Templo de San Mateo. Otro atractivo imperdible es el Centro de Medicina Tradicional Indígena, donde se practican técnicas curativas con inciensos, herbolaria y rituales milenarios.
Para los amantes de la naturaleza, Capulálpam ofrece rutas para ciclismo de montaña y senderismo hacia el Mirador de la Cruz, donde las montañas se envuelven en neblina al caer la tarde.

Mirador de la Cruz
MAZUNTE
Situado en el litoral del Pacífico, Mazunte es un rincón costero que ha sabido conservar su esencia bohemia y natural. Es uno de los pocos Pueblos Mágicos con playa y su ambiente multicultural lo convierte en un destino sin igual.
Con la reciente apertura de la autopista Oaxaca–Puerto Escondido, ahora es posible llegar en automóvil en solo tres horas y media desde la capital, lo cual ha facilitado el acceso a este paraíso antes reservado a vuelos privados.

¿Qué hacer?
Mazunte combina el relax con la conciencia ecológica. Se puede visitar playas como San Agustinillo, perfecta para practicar surf o snorkel, y La Ventanilla, hogar de cocodrilos, aves y tortugas en su santuario natural.
No puede faltar una visita al Centro Mexicano de la Tortuga, donde se resguardan especies en peligro de extinción y se enseña sobre los campamentos tortugueros.

HUAUTLA DE JIMÉNEZ
Enclavado en la Sierra Mazateca, Huautla de Jiménez es el epicentro del misticismo oaxaqueño. Su fama trasciende fronteras gracias a María Sabina, sacerdotisa mazateca reconocida por sus rituales con hongos sagrados.
Para llegar desde Oaxaca capital, se debe tomar la carretera 135D hacia Teotitlán de Flores Magón, y desde ahí seguir la ruta hacia el oriente hasta llegar a Huautla.

¿Qué hacer?
El principal atractivo es la casa-museo de María Sabina, donde se resguarda su legado y la memoria de artistas y personalidades que la visitaron. En el centro del pueblo, la iglesia de San Juan Evangelista y el mercado dominical ofrecen una mirada a la vida cotidiana de las comunidades serranas.

Casa-museo de María Sabina
Por otro lado, si se busca la aventura, el Sistema Huautla es ideal para practicar cañonismo: con más de 56 kilómetros de cavernas, es uno de los sistemas subterráneos más grandes del continente americano.
Capulálpam, Mazunte y Huautla de Jiménez demuestran que Oaxaca es mucho más que sus destinos más populares. Son pueblos donde la naturaleza, la tradición y el espíritu comunitario se mantienen vivos. Visítalos, y déjate sorprender por su belleza oculta.