En un esfuerzo por proteger y restaurar uno de los ecosistemas más valiosos del Golfo de California, integrantes de la comunidad local han comenzado a implementar un modelo de turismo regenerativo en la Isla Huivulai y sus alrededores.
El proyecto busca promover un turismo consciente que respete la riqueza natural de la zona, al tiempo que contribuye directamente a la recuperación del ecosistema de manglares, severamente afectado por la presencia de granjas camaroneras.
ISLA HUIVUILAI
La Isla Huivulai, al igual que otras del Golfo de California, forma parte de una región natural protegida cuyo valor ecológico radica, en parte, en su aislamiento, el cual ha impedido el ingreso de especies invasoras. Esta condición ha permitido preservar un frágil equilibrio de biodiversidad que hoy enfrenta una amenaza crítica debido al impacto humano.

Uno de los problemas más graves es la destrucción de manglares, causada por la alteración de la línea costera a raíz de actividades acuícolas. Hoy, se cuentan por hectáreas los llamados “cementerios de manglar”, lo cual pone en riesgo no solo a la fauna marina, sino también a las comunidades humanas que dependen de estos ecosistemas. El manglar es clave como barrera natural contra tormentas y erosión, además de ser un eficiente sumidero de carbono que contribuye a mitigar el cambio climático. También funciona como criadero natural para especies marinas, fortaleciendo la pesca y la seguridad alimentaria en la región.
PROGRAMA PARA PROTEGER MANGLARES Y BIODIVERSIDAD
Como parte del modelo turístico regenerativo, se ha puesto en marcha un programa de reforestación de manglares, en el cual los visitantes podrán participar activamente, integrándose a labores de recuperación ambiental y generando una experiencia de conexión directa con la naturaleza.
Además de estas actividades ecológicas, el proyecto contempla paseos en lancha, snorkel, avistamiento de aves y delfines, experiencias holísticas, gastronomía de temporada y venta de artesanías locales, en un enfoque que busca no solo proteger el entorno natural, sino también impulsar la economía de las comunidades aledañas.
Las personas interesadas en sumarse a esta iniciativa pueden acercarse directamente con los organizadores, quienes han comenzado la reforestación con los recursos disponibles y requieren del apoyo colectivo para continuar.