Para ser piloto aviador en México y el extranjero, Jesús Roberto Martínez Gastélum ha tenido que “despegarse” de su familia, principalmente de sus padres, sus amigos, conocidos y de su entorno de vida.
Por: Fabián Pérez
A los 18 años de edad, el navojoense tuvo que salir de su zona de confort para estudiar la carrera de aviación en Hermosillo, en 1988, en la Academia Aérea del Noroeste.
Para febrero de 1989 ya había terminado sus estudios como piloto privado en esa ciudad.
Fue en Tijuana donde inició su carrera como piloto comercial en 1990 y regresó a Sonora para trabajar en Guaymas, volando para particulares, aviones pequeños, de seis a ocho plazas.
Compartió que tuvo la oportunidad de ingresar a una aerolínea regional de Hermosillo en 1993 y de este año a 1996 se enroló en una empresa franco-italiano.
De 1996 a 2006, estuvo trabajando para Aerocalifornia y por cuestiones del destino, la empresa tuvo que cerrar, por lo que llegó a la empresa Alma de México, en Guadalajara, Jalisco.
En esta empresa volaba aviones canadienses y, posteriormente, después de dos años, pasó a formar parte de la empresa Volaris, donde permaneció por espacio de seis años, hasta que en 2014 emigró al extranjero con la empresa Qatar Airways, en la que actualmente es capitán.
Señala que esta empresa le ha cambiado la vida, desde el punto de vista humano, profesional y familiar.
“Desde los inicios que empecé a soñar en ser piloto de aviones, mi meta era llegar a un clímax de aviación comercial de lo más alto, lo cual, gracias a Dios he logrado, son más de 30 años volando todo tipo de aeronaves”, expresó.
Asegura que la vida le ha brindado muchas oportunidades y también muchos altibajos, los cuales hay que sobrellevar para poder ser exitoso.
“No ha sido fácil en todos estos años, estoy muy agradecido con mi entorno de vida, porque independientemente, lo que he logrado hasta ahorita, he tenido la oportunidad de disfrutarlo enormemente”, compartió.
Mencionó que haber escogido la carrera de aviación fue un acierto, pues ha podido desarrollarla con verdadera pasión, la cual ha ido moldeando conforme han transcurrido los años.
Martínez Gastélum asegura que los logros que ha tenido a lo largo de su carrera han sido buenos, por lo que ha llegado al clímax, al nivel más alto que se pueda llegar como ser humano y también como profesionista.
Indicó que esta profesión le ha permitido ofrecer un estatus de vida, educación y de visión de un mundo globalizado a su familia.
Su padre fue un aficionado a la aviación, aunque militar, la cual no pudo desarrollarla por falta de recursos económicos, compartió.
“Dadas las circunstancias de su propio desarrollo como ser humano y por ser su familia muy humilde, mi padre no tuvo la oportunidad, entonces después en las pláticas que tuve con él de niño y de joven, le compartí mi interés de hacer examen para ingresar a la Fuera Aérea Mexicana”, comentó.
Desde Qatar envía un saludo a toda su familia, amigos y conocidos, esperando pronto visitar a su natal Navojoa. Para estar atento de lo que acontece en su ciudad en cuanto a noticias, el navojoense escucha un noticiero radiofónico tradicional a través de internet.
