“No vamos a permitir que se consume este atropello, abuso y fraude cometido a nuestra comunidad, al despojársenos de media hectárea que pertenece al jardín de niños desde hace 30 años”.
Así lo advirtieron habitantes de Bahuises en una reunión que se llevó a cabo el miércoles con el director jurídico del Ejido Navojoa, Marco Antonio Castro, y maestras que compraron dicho terreno.
Para ello, dijo José Isabel Tózame Cantú, representante de un comité de lucha, buscarán cercar el predio, el cual fue otorgado en donación por el propio ejido, lo que ahora se pretende desconocer de manera ilegal e injusta.

Los vecinos de esa comunidad indígena mostraron la copia del documento de donación, que fue entregado por el Comisariado Ejidal de Navojoa el 7 de febrero de 1992.
Ante ello, las maestras que aseguran ser las legítimas posesionarias del terreno, Angélica Lugo Moroyoqui y María Luisa Gil Zazueta, solicitaron el documento original, en tanto que Marco Antonio Castro argumentó que el área en conflicto le pertenecía al Ejido Navojoa, de acuerdo a un decreto presidencial.
“Que les den otros solares de Bahuises, pero no el del kínder, o si no, que les regresen el dinero”, plantearon los habitantes del poblado, que son apoyados por Juan Pérez Gil, asesor jurídico de los gobernadores tradicionales de Navojoa, Cohuirimpo, Tesia y Camoa.
Dijeron que el predio se proyectaba para áreas recreativas, por lo que no se vale que se los hayan quitado. “Pero vamos a defendernos”, subrayaron.