En el corazón de la sierra de Sonora, donde las montañas abrazan el horizonte y las tradiciones se conservan con el paso de los años, el café tiene un sabor único. No es el café común que se disfruta en una taza cualquiera, sino el café de talega, una bebida que, además de su delicioso sabor, guarda consigo siglos de historia y cultura.
Este tipo de café es uno de los mayores placeres matutinos para quienes lo preparan y disfrutan. Pocos momentos en la vida se comparan con el olor a café recién hecho al despertar, un aroma que transforma cualquier espacio y nos hace sentir más conectados con lo cotidiano.
¿QUÉ ES EL CAFÉ DE TALEGA?
El café de talega es una forma ancestral de preparar café en el norte de México, especialmente en el estado de Sonora, donde se prepara con un proceso manual único, que refleja la creatividad de los pueblos de la región.
El nombre "talega" proviene de una palabra de origen árabe, que significa saco o bolsa, y en este contexto se refiere a un saco pequeño hecho de tela de manta. Este saco se coloca dentro de una jarra de peltre, y dentro de él se pone el café molido. El agua caliente se vierte sobre el café, y se deja reposar, permitiendo que el líquido se filtre lentamente a través de la tela.
¿CÓMO SE TUESTA EL CAFÉ DE TALEGA?
El proceso para preparar un buen café de talega al estilo de la sierra sonorense fue compartido por la creadora de contenido Esmeralda Noriega, en su canal La Herencia de las Viudas. Según Noriega, el primer paso es prender la hornilla y colocar un comal al fuego. Es importante que el fuego sea medio, para evitar que el café se queme.
Una vez que el comal esté caliente, se agregan los granos de café. El proceso es lento pero satisfactorio, ya que el café comienza a cambiar de color, a tronar y a liberar su cascarita. Durante este tiempo, es muy importante revolver constantemente para lograr un color uniforme.
Cuando el café empieza a sacar humo, el aroma comienza a impregnar el ambiente, lo que indica que está en su punto. Es en este momento cuando se agrega el azúcar al café, y se sigue revolviendo para que el azúcar se derrita y adquiera una consistencia de caramelo. El café continuará cocinándose hasta que se forme una hebra de caramelo, lo que indica que está listo.
El siguiente paso es retirar el café del fuego, colocar la mezcla en una charola previamente espolvoreada con azúcar, y dejar que se enfríe. Después se muele, y ¡listo! Ya está preparado para disfrutar un rico y auténtico café de talega.
UN CAFÉ QUE CONECTA CON EL PASADO
El café de talega no es solo una bebida, es una tradición que se transmite de generación en generación, un ritual matutino que conecta a las familias y comunidades con sus raíces más profundas.
Así, mientras disfrutas de una taza de café de talega, no solo saboreas una bebida deliciosa, sino también un pedazo de cultura sonorense, una tradición que resiste el paso del tiempo.