Esta mañana, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se pronunció sobre el debate en torno al uso de la toga y el birrete en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), luego de que el próximo presidente del máximo tribunal, Hugo Aguilar, anunciara que no portará dicha vestimenta.
En su conferencia matutina, conocida como “la mañanera del pueblo”, la mandataria descartó intervenir en el tema y señaló que esta discusión corresponde al Congreso.
SHEINBAUM ROMPE CON EL SIMBOLISMO TRADICIONAL DE LA CORTE
“Un buen juez no se define por una toga y un birrete, se define por su honestidad, su conocimiento y cómo aplica la justicia”, afirmó Sheinbaum. Añadió que estas prendas forman parte de un protocolo establecido en otra época, pero que no determinan la calidad moral ni profesional de quienes imparten justicia.
El debate sobre la pertinencia de conservar estos símbolos tradicionales en el Poder Judicial surgió tras la elección de los nuevos integrantes de la SCJN.
Según el planteamiento de los senadores, dichos elementos ya no representan la realidad del país ni el nuevo enfoque cultural y político del máximo tribunal. Argumentaron que el inicio de una nueva etapa, encabezada por un jurista indígena oaxaqueño, simboliza un avance histórico hacia una justicia más plural e incluyente.
“La justicia que inicia debe vestir la indumentaria de nuestra gente, la gente sencilla, la gente trabajadora del campo y de la ciudad”, expresaron en un comunicado emitido por el partido Morena. Desde su visión, la toga y el birrete evocan un carácter elitista y alejado del pueblo, lo que resulta incongruente con los principios de la Cuarta Transformación.
Sheinbaum coincidió en que el atuendo no garantiza la ética judicial. Incluso ironizó sobre la existencia de jueces que, con o sin toga, han sido señalados por liberar impuestos injustamente.
“Miren cuántos jueces corruptos no usan toga y birrete, que andan liberando impuestos. Que, por cierto, hay varios ahí de, ya saben qué persona que debe muchos impuestos, que están por definirse estos días”, dijo la presidenta, sin mencionar nombres.
La presidenta dejó claro que su gobierno no planea involucrarse directamente en la definición de estos protocolos: “No lo hemos revisado, la verdad lo podemos seguir revisando, pero se lo dejamos al Congreso”.
La discusión permanece abierta en el Congreso y en el ámbito judicial, donde la simbología y los valores republicanos están en el centro de una transformación que busca acercar la justicia a todos los sectores de la sociedad.
