Estados Unidos expulsa a embajadores chinos

El Gobierno de Estados Unidos expulsó en secreto a dos diplomáticos de la embajada china el pasado mes de septiembre por sospecha de espionaje, cuando intentaban ingresar a una base militar ubicada en Virginia, informaron medios locales del vecino país del norte.



Presuntamente uno de los dos expulsados era un oficial de inteligencia, el cual operaba encubierto, ambos diplomáticos, acompañados por sus esposas,  arribaron hasta el punto de control de la entrada de una instalación sensible cerca de Norfolk, Virginia, la cual incluye fuerzas de operaciones especiales. La ciudad también alberga uno de los puertos más importantes de la Marina de Estados Unidos, sede principal de las flotas que operan en el Océano Atlántico, Mar Mediterráneo y Océano Índico.


Los hechos


Al arribar a mencionado punto de revisión, sl guardia vio que no tenían permiso para entrar y les indicó que dieran la vuelta y se fueran, pero los funcionarios chinos continuaron hacia la base, evadiendo al personal militar que los persiguió hasta que fueron obligados a detenerse por camiones de bomberos que bloquearon su camino, a lo que estos mencionaron que no habían entendido las instrucciones del guardia y que se perdieron.


Aunque no estaba claro qué es lo que buscaban, se especula que su intención era simplemente probar las medidas de seguridad empleadas en la base, para luego desplegar espías más capaces si el ingreso demostraba ser sencillo.


Semanas después del incidente, el Departamento de Estado impuso restricciones a las actividades de los diplomáticos chinos, en lo que se dijo fue una respuesta a las regulaciones chinas que limitaban los movimientos de diplomáticos estadounidenses.


Ni Washington ni Beijing quisieron en su momento hacer público el incidente, que se enmarca en un aumento de las actividades sospechas de funcionarios chinos en el territorio estadounidense en los últimos meses, según dijeron miembros de los servicios de inteligencia de Estados Unidos.


Por ejemplo, se ha vuelto usual que diplomáticos chinos, que cuentan con pasaportes y un status legal especial dentro del país, se aparezcan sin anuncios previos en oficinas de Gobierno o centros de investigación. De acuerdo a las nuevas restricciones impuestas en octubre, es necesario que notifiquen con anterioridad sobre cualquier visita o reunión entre oficiales de China y de Estados Unidos.


La última vez que Estados Unidos había expulsado a diplomáticos chinos fue en 1987, cuando el Gobierno del entonces presidente Ronald Reagan ordenó el retiro de dos funcionarios de ese país acusados de espionaje y detectados mediante el uso de un doble agente.