Uno de los sectores de la población a los cuales normalmente se le presta especial atención debido a la espontaneidad y la promesa de generación de nuevas ideas para materializar las soluciones que tanta falta le hacen a la humanidad, es el de los jóvenes. Cada generación cuenta con sus peculiaridades y su espacio temporal y contextual que la vuelve única, tanto en ideas y legados para la posteridad, como en defectos y errores que serán los retos a los cuales habrán de enfrentarse sus condescendientes.
Tal es el caso de esta nueva generación de jóvenes que hoy en día nos encontramos atravesando una etapa de hechos sin precedentes en la historia reciente, esto debido a que, meses atrás, el modo de vida al cual nos tuvimos que adaptar todos, vivía solamente en la mente de los guionistas de series y películas de ficción.
La serie de sucesos que se han presentado desde el inicio del año en curso, han hecho que la vida de millones de jóvenes se transforme de una manera radical, lo cual, acelerará el proceso de transformación y pondrá a prueba la capacidad de toda una generación para reinventarse y unirse para salir adelante frente a los nuevos retos que nos deparan en el porvenir.
Una de las principales problemáticas que se presentó prácticamente desde el inicio del confinamiento, a la cual se enfrentaron un sinnúmero de jóvenes a lo largo del mundo entero, fue el cambio de medios para obtener educación, es decir la transformación de los modelos tradicionales de educación hacia un modelo de clases electrónico, en el cual tanto docentes, como jóvenes se han enfrentado a la difícil dinámica de acomodarse sin previo aviso a esta nueva realidad.
Si bien es cierto, la pandemia que tiene paralizado al mundo entero no afecta directamente al sector juvenil, no se puede negar que indirectamente uno de los sectores más afectados económicamente hablando es el de los jóvenes, ya que, si antes de todo esto, el panorama para la activación económica de este sector se antojaba difícil, esta situación ha provocado que la mitad de las personas desocupadas en México pertenezcan al grupo de jóvenes de entre 15 a 29 años, asimismo, durante la última semana de mayo la Organización Internacional del Trabajo reportaba que alrededor del mundo 1 de cada 6 jóvenes menores de 29 años se desocupó debido a la contingencia, sin mencionar el gran número de jóvenes que, aun conservando su empleo se han visto afectados por la reducción de salarios.
La suma de lo anterior, entre muchas otras cuestiones que ha acarreado la pandemia, ha provocado que el sector juvenil sea uno de los que más presente problemas ligados a la salud mental, ya que, según un estudio elaborado por la Universidad Complutense de Madrid, el confinamiento ha provocado que el 34.6% y 42.9% de los jóvenes de entre 18 y 24 años presenten síntomas relacionados con la ansiedad y la depresión respectivamente.
Como podemos observar, el desafío no es cosa menor, las circunstancias exigen a esta generación, fortaleza, valor y responsabilidad para salir adelante y seguir con la senda de progreso de la humanidad. A diferencia de muchas otras, esta generación puede ser la última oportunidad para resolver de una vez por todas este y muchos otros problemas antes de que sea demasiado tarde, para lograrlo es importante comprender esta batalla como una unión de diferencias en la que todas y todos los jóvenes debemos de jalar para el mismo lado.
“El optimismo es la fe que guía al logro. Nada se puede hacer sin esperanza y confianza” - Helen Keller
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