Desde el mismo escenario donde Bad Bunny hizo vibrar al Coliseo de San Juan, Ricky Martin y su hijo Santino, de 16 años, disfrutaron del concierto como verdaderos fans. El ícono del pop puertorriqueño no solo bailó y cantó, sino que compartió el momento con su primogénito en una noche especial marcada por música, euforia y ambiente familiar.
El cantante de 53 años se sumó así a la serie de 30 conciertos que el “Conejo Malo” ofrece exclusivamente para residentes puertorriqueños y algunas celebridades seleccionadas, como parte de su gira No me quiero ir de aquí, que se extiende durante tres fines de semana consecutivos hasta septiembre.
Santino, quien nació el 9 de agosto de 2008 mediante gestación subrogada junto a su hermano gemelo Matteo, presumió el momento en sus redes sociales, mostrando la energía que se vivió durante el espectáculo.
UN PADRE PRESENTE Y ORGULLOSO
Ricky Martin, padre también de Lucía (2018) y Renn (2019), ambos nacidos por gestación subrogada, ha compartido recientemente tiernas imágenes familiares, como una donde desayuna con sus hijos menores y otra donde juegan juntos, reafirmando su compromiso con la paternidad activa.
La presencia de Martin en el concierto no solo fue un gesto de apoyo a la música actual de Puerto Rico, sino también una muestra del fuerte vínculo que mantiene con sus hijos, al compartir con ellos experiencias inolvidables desde el corazón del espectáculo.