“Me hace feliz ver que se sienten felices conmigo. Les agradezco el cariño y lo menos que puedo hacer es darles a mis fans tiempo de calidad”, expresó el actor de 55 años.
Desde las 18:45 a las 20:15 horas, el actor de “Se7en” y “El Club de la Pelea” derrochó carisma en un centro comercial del Estado de México.
Se hizo incontables selfies con sus admiradores: les enseñó a muchos cómo tomarlas con el mejor ángulo, le dio click a los que se pusieron más nerviosos y no daban con el botón y se agachó a recoger los dispositivos de los que, temblando, lo tiraron al suelo.
Al ex de Angelina Jolie y Jennifer Aniston le dieron un sombrero de charro y se lo puso sobre su fedora, con la que jugueteó en varias ocasiones y se la prestó a dos chicas para hacerse fotos.
Usualmente estampó sus iniciales, un “BP” muy claro y en mayúsculas, como firma. Traía su marcador y se lo cambiaron en dos ocasiones.
No hubo cifra oficial de personas reunidas, pero un cálculo hecho por Gente estima que fueron dos mil seguidores los que tuvieron acceso a la zona controlada.
El también productor se paró a saludar a, al menos, a un 30 por ciento de ellos, algo poco frecuente en las figuras hollywoodenses que visitan el país.
Señoras, chavitas y mucho cinéfilo le demostraron su cariño: ellas le decían que lo adoraban; ellos le hicieron comentarios de largometrajes como “12 Monos” o “Guerra Mundial Z”.
Le obsequiaron una bandera de México, muñequitas oaxaqueñas, llaveros y hasta un sarape. Todo se lo guardó su asistente.
A la prensa, el cinco veces nominado al Oscar la saludó rápido y contestó varias preguntas repetidas.