Han pasado tres años desde que una tragedia en la Laguna del Náinari enlutó a una familia y convirtió en héroe a su protagonista, José Manuel Castillo Velázquez, un joven artista de Ciudad Obregón cuyos sueños y anhelos que se vieron truncados.
Corría el 12 de julio de 2022, cuando una mujer, bajo los influjos del alcohol, se internó en las aguas de la también conocida como “Novia de Cajeme”. En el estacionamiento de lugar se encontraba un joven que esperaba que un familiar saliera de consulta.

De pronto, la voz de auxilio lo sacó de sus pensamientos: la mujer se estaba ahogando, por lo que pedía ayuda para salir. Sin detenerse a pensarlo, Juan Manuel se lanzó al agua; sin embargo, la pesadez del agua, aunado a otros factores, hicieron que se hundiera para no salir con vida.
El momento fue presenciado por varias personas, entre ellas un hombre que vio cómo la joven promesa de la música ya no pudo salir. De inmediato dio la voz de alerta y personal de Protección Civil y de Bomberos llegaron unos para rescatar a la mujer en apuros; los segundos para buscar a Juan Manuel en las profundidades.
La tragedia de Manuel Castell, nombre artístico del joven héroe, justo cuatro días después de haber cumplido 28 años, conmovió a la sociedad cajemense, que pidió a las autoridades que se erigiera en su memoria una placa y que el corredor de la Laguna del Náinari llevara su nombre.

En su honor, en el lugar donde perdió la vida, se erigió la placa con su rostro, fecha de nacimiento y el de su muerte; está adornada con una guitarra y notas musicales, como muestra de su gran amor por la música, y está firmada “Con amor, de tu familia”.
Hoy, esa placa forma parte de la Laguna del Náinari y de la historia de Cajeme, un municipio forjado con el esfuerzo y las vidas de quienes le dieron forma y que hoy es punto neurálgico y pujante del sur de Sonora.
A tres años de aquel doloroso momento, Juan Manuel Castillo Velázquez se inmortalizó no como cantante, sino como héroe por su elevado amor al prójimo.