Lo anterior se da luego de que el alcalde de Cajeme anunciara en días pasados que era necesario poner orden en las reuniones del pleno, tras ser insultado por personas del público inconformes con algunas decisiones, esto en la última sesión de Cabildo.
En la mesa de registro instalada a un costado del acceso del público a la sala, el asistente debía proporcionar su nombre y otros datos personales como teléfono y correo electrónico.
En el caso de los anuncios instalados en el pasillo y en el interior del recinto, se invitaba a los asistentes a conducirse con respeto y resguardar el debido orden, de lo contrario, sería retirado de la sesión en los términos del artículo 121 del Reglamento Interior y sancionado según la fracción segunda del artículo 147 del Bando de Policía y Buen Gobierno.
Ya en la discusión del pleno, el único regidor que abordó el tema fue Rosendo Arrayales Terán, quien criticó la presencia de los uniformados en la sala, los cuales, dijo, deberían estar en las calles. “No lo veo necesario, no lo justifico, ojalá hubiera otras medidas de seguridad, pero en la vía pública, en la calle, no aquí”.