Santoral de hoy, 8 de agosto: Santo Domingo, promotor del Santo Rosario

La Virgen María enseñó a Santo Domingo a rezar el Rosario y le pidió difundirlo como arma contra los enemigos de la fe

Por: Ofelia Fierros

Hoy, 8 de agosto, el santoral de la Iglesia Católica celebra la festividad de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, más conocidos como los dominicos. Un hombre cuya vida estuvo marcada por la profunda devoción, el servicio a los más necesitados y su incansable misión de difundir la palabra de Dios a través de la predicación.

UN NACIMIENTO EN LA CUNA DE SANTOS

Santo Domingo nació el 8 de agosto de 1170 en Caleruega, Burgos, España, en el seno de una familia de gran piedad. Su madre, Beata Juana de Aza, y su padre, el Venerable don Félix Núñez de Guzmán, tuvieron un papel fundamental en su formación cristiana desde temprana edad. Durante sus años de juventud, Domingo estudió artes, filosofía y teología en la ciudad de Palencia, donde también se desempeñó como profesor en la escuela catedralicia durante un tiempo.

GENEROSIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS

A los 20 años, Domingo ya había terminado su carrera y recibido la tonsura. En la Península Ibérica, la situación era compleja debido a la presencia musulmana y los continuos conflictos internos entre señores cristianos. En 1190, una gran hambruna azotó la región de Palencia, lo que tocó profundamente el corazón de Domingo. Movido por la compasión, se deshizo de gran parte de sus bienes y de su propia biblioteca para ayudar a los más necesitados, demostrando una generosidad y desprendimiento que marcarían su vida.

UN PREDICADOR INCANSABLE

A los 24 años, Domingo fue llamado por el obispo de Osma para ocupar el cargo de canónigo y, un año después, fue ordenado sacerdote. Durante un viaje a Dinamarca con el obispo, el santo fue testigo del auge de la herejía albigense (catarismo) y se convenció de que la predicación correcta del Evangelio era esencial para contrarrestar estos errores. Fue en ese momento cuando se decidió a fundar la Orden de Predicadores, que tendría como misión la predicación de la verdad y la educación cristiana.

EL ROSARIO: UN REGALO DE LA VIRGEN MARÍA

Según la tradición, Santo Domingo tuvo una visión de la Virgen María durante una noche de oración, en la que ella le entregó el Rosario, una herramienta espiritual para ganar almas. La Virgen le enseñó a rezarlo y le prometió que quienes lo hicieran recibirían abundantes gracias. Desde ese momento, Santo Domingo se convirtió en el mayor propagador de esta devoción mariana, que hoy en día es una de las oraciones más poderosas y veneradas de la Iglesia Católica.

EL LEGADO DE SANTO DOMINGO

Santo Domingo falleció el 6 de agosto de 1221 a los 51 años en Bolonia, Italia. Fue canonizado por el Papa Gregorio IX en 1234, quien expresó su profunda admiración por la santidad del santo, comparándola con la de los apóstoles Pedro y Pablo.