Para la tripulación de un vuelo hay una serie de protocolos y precauciones muy estrictas, algunas de las cuales pueden parecer extrañas
Por: Marcela Islas
Aunque muchas personas sienten cierta inquietud al volar, lo cierto es que el avión sigue siendo uno de los medios de transporte más seguros del mundo.
Detrás de esa fiabilidad, hay una serie de protocolos y precauciones muy estrictas, algunas de las cuales pueden parecer extrañas a primera vista. Una de ellas tiene que ver con la comida que consumen los pilotos y copilotos durante el vuelo.
¿POR QUÉ EL PILOTO Y EL COPILOTO NO DEBEN COMER LO MISMO?
Existe una regla no escrita, pero ampliamente aplicada, que recomienda que el piloto y el copiloto no consuman la misma comida durante un vuelo, con el fin de prevenir una posible intoxicación alimentaria simultánea.
Si ambos comieran el mismo plato en mal estado, el riesgo de que los dos se enfermen al mismo tiempo podría comprometer la seguridad del vuelo. Al ingerir comidas distintas, si uno llegara a sentirse mal, el otro podría seguir al mando sin inconvenientes.
Esta medida no es obligatoria en todos los casos, ya que no forma parte de una regulación oficial a nivel internacional, pero muchas aerolíneas la adoptan como una práctica de seguridad recomendada.
Algunas incluso van más allá; si ambos eligen comer lo mismo, se les indica hacerlo con al menos 30 minutos de diferencia para monitorear cualquier posible reacción adversa.
¿QUÉ COMEN LOS PILOTOS Y TRIPULANTES EN UN VUELO?
La comida que recibe la tripulación varía según la aerolínea y el tipo de vuelo. Algunas compañías proporcionan un bono para que los propios pilotos y copilotos lleven su comida, mientras que otras cargan hasta seis menús distintos a bordo y los asignan por orden de antigüedad.
En ciertos casos, se permite seleccionar el menú desde una plataforma online antes del vuelo, especialmente en rutas internacionales.
Los auxiliares de vuelo o tripulantes de cabina tienen acceso a las mismas opciones de menú que los comandantes y primeros oficiales. Eso sí, deben esperar a que piloto y copiloto hayan elegido primero, y después escogen de lo que queda disponible.
¿QUÉ TAN COMÚN ES UNA INTOXICACIÓN DE LA TRIPULACIÓN DE UN VUELO?
Afortunadamente, los casos de intoxicación alimentaria entre pilotos son extremadamente raros. Sin embargo, no son imposibles. En 1984, British Airways enfrentó un brote de salmonella que afectó a miembros de la tripulación y casi a mil pasajeros en varios vuelos.
Aunque no hubo accidentes, el incidente puso en jaque a la aerolínea y obligó a revisar sus protocolos de seguridad alimentaria.
Esta medida no significa que esté estrictamente prohibido que los pilotos coman lo mismo, pero sí se recomienda evitarlo por precaución. Es una acción lógica dentro del riguroso mundo de la aviación, donde incluso el detalle más pequeño puede marcar la diferencia entre un vuelo tranquilo y un problema en el aire. Porque cuando estás a 10 mil metros de altura, mejor prevenir que lamentar.