Por: Eduardo Sánchez
La karateca cajemense se recupera en estos momentos de una cirugía que ponía momentáneamente en duda su participación en Tokio, pero debido a la suspensión de toda actividad deportiva a nivel mundial, espera conseguir el boleto el año próximo cuando regrese al tatami.
“Realizando un ejercicio, sentí como si la rodilla se me fuera a trabar y me tronó, a partir de ese momento no me dejó de doler”, indicó la karateca.
Agregando que esa dolencia le impidió entrenar al cien por ciento durante un mes, hasta que después de consultarlo con su entrenadora Claudia Barrera y con sus papás, se tomó la decisión de operarse.
“Era preferible perderme un torneo, a que después me perdiera más torneos”, señaló, sin imaginar que posteriormente se diera a conocer la suspensión del torneo preolímpico.
Actualmente, Pamela se encuentra en un 80 por ciento de su recuperación, realizando actualmente entrenamientos de fortalecimiento en su rodilla y acudiendo a terapia, siempre cuidando los protocolos de salud, recomendados por las autoridades sanitarias debido a la cuarentena.
Con doce años practicando el karate, todos bajo la tutela de la entrenadora Claudia Barreras, lo mejor está por venir para la cajemense, que mantiene intacto su sueño de acudir a unos Juegos Olímpicos, lo que pudiera conseguir el 2022, cuando ya recuperada de su lesión busque ese ansiado boleto que la lleve a Tokio, sede de la máxima justa deportiva.