Gerónimo, la historia del temido apache que nació en el territorio de Sonora hace siglos

Fue el dolor de cabeza del gobierno de Estados Unidos, pero él tenía como enemigo al Ejército mexicano; al final el revoltoso líder se entregó ebrio

Por: Edel Osuna

La historia de México y Estados Unidos está llena de personajes increíbles; sin embargo, pocos han dejado huella como el revoltoso y escurridizo líder de los apaches, el célebre Gerónimo.

Nacido un lejano 16 de junio de 1829 en México, en un campamento próximo al río Gila, perteneciente al territorio de Sonora, Gerónimo o Goyaalé, “El que bosteza”, así fue llamado en su lengua nativa.

Perteneció a los apaches bedonkohe, una tribu principal chiricahua, cuya actividad era más sedentaria, pues se dedicaban al cultivo de papa, maíz y judías (alubias), y de forma esporádica recurrían al robo.

Por otra parte, Gerónimo tenía fama de chamán, pues quienes le conocían decían que hacía que los rifles se encasquillaran, y que quienes iban a su lado eran inmunes a las balas. Además, creían que era un experto en hierbas y curaciones.

SU ENEMISTAD CON LOS MEXICANOS

Se cree que Gerónimo no combatió a los blancos ni a otras tribus, sino para vengarse de quienes asesinaron en 1858 a su madre, a su primera esposa y a sus hijos: sus enemigos fueron los mexicanos de Sonora.

El caso de Gerónimo era diferente otros líderes indios, fue que no combatió contra Estados Unidos, sino que peleó en México, justo en la Sierra Madre Occidental, ya que consideraba al Ejército mexicano como su enemigo.

Como entonces los chiricahuas estaban divididos, pues la mayoría colaboraba con Estados Unidos, otros saqueaban y robaban ganado, para internarse en la sierra, y en este grupo encajaba Gerónimo, a quien los apaches consideraban un paria, en especial en la reserva de San Carlos, a donde se le confinó con los suyos.

Sin embargo, en 1861 el líder apache se volvió blanco del Ejército norteamericano, que ordenó a un general que fuera tras él para acabarlo; por una década los soldados cometieron toda clase de atrocidades, con la tribu, pues en las reuniones de paz asesinaba caudillos y para salvar al resto debían irse a reservas.

LA RENDICIÓN DEL GRAN COCHISE

No obstante, 10 años después, en 1871, Cochise, el gran jefe apache se rindió junto con los suyos y fueron enviados a reservas de Arizona y Nuevo México; la paz “tronó” en 1877, cuando se ordenó el traslado de los indios a la reserva de San Carlos, con lo que enviaron un mensaje a Gerónimo; fue atrapado, lleno de cadenas y encerrado cuatro meses en una prisión militar, de la que salió para ser enviado a San Carlos.

En 1881, se dio una sublevación que llevó al escape de cientos de apaches, entre ellos 74 guerreros: Gerónimo era el líder. A su paso sembraron el terror; ya en México, en la Sierra Madre Occidental, buscó liberar a los de la reserva para robar ganado. Además, los apaches se convirtieron en los más violentos, pues asesinaban y quemaban mujeres y echaban a los niños blancos a los cactus, además de arrasar blancos e indios.

Sin embargo, su temor eran los mexicanos, a los que Gerónimo esquivaba; se topó con estadounidenses y en mayo de 1883, Estados Unidos ordenó, sin autorización de México, operaciones en el país para cazar a Gerónimo y su grupo. Al final el general Cook lo rodeó en la sierra y le prometió tratarlo como amigo si marchaba a Estados Unidos pacíficamente. Gerónimo, que temía la llegada de los mexicanos, accedió y el general cumplió su palabra.

GERÓNIMO SE ENTREGA AL GENERAL COOK

A fines de 1883, luego de enfrentar a los mexicanos, con pérdidas, la captura de una de sus esposas y sin escapatoria, Gerónimo, apareció por sorpresa en la reserva de San Carlos.

Por un tiempo el líder apache permaneció en paz en la reserva, dando algunos problemas, pues era alcohólico; sin embargo, hastiado de esa vida y de quien llamaba "El Gran Padre Blanco" (así le decían al gobierno de EEUU), organizó otra revuelta y huyó con algunos partidarios.

Volvió a la Sierra Madre occidental; sin embargo, fueron perseguidos, por lo que se comprometió a entregarse al general Cook en la frontera y cumplió el 25 de marzo de 1886, solo que acudieron a la cita completamente borrachos.

Cuando el militar los vio les espetó: "O se rinden o les mataré aunque me lleve 50 años". Gerónimo contestó: "Me entrego. Una vez fui como el viento. Ahora me entrego ante ti, y eso es todo". Gerónimo se rindió por la lealtad de los chiricahuas a Estados Unidos, dijo Cook.

ASÍ MURIÓ EL LÍDER APACHE GERÓNIMO

El líder apache vivió 23 años más, como granjero; escribió sus memorias y también se presentó como una celebridad en las ferias y festivales del Viejo Oeste, y aunque jamás dejó sus creencias apaches; al final se volvió cristiano, pero nunca dejó de ser apache.

Su muerte fue de lo más extraña: en 1909, en febrero, Gerónimo, totalmente borracho, cayó de su caballo en las orillas del río Lawton; a los días moriría de pulmonía.