¿Café antes de la siesta para recargar energías? Esto dice la ciencia

Expertos comienzan a descifrar cómo la cafeína ayuda a combatir la fatiga

Por: César Leyva

Aunque suene contradictorio, tomar café justo antes de una siesta podría ser una de las formas más efectivas, y científicamente respaldadas, de combatir la fatiga y mejorar el rendimiento cognitivo.

Conocida como “siesta con cafeína”, esta técnica combina dos poderosos aliados contra el cansancio: el sueño y la cafeína. Y aunque la práctica no es nueva (en España es común tomar un café antes de dormir brevemente), la ciencia apenas comienza a estudiar sus verdaderos efectos.

ASÍ TRABAJA LA CAFEÍNA

De acuerdo a un artículo de National Geographic, el truco está en la química del cerebro. La somnolencia se debe, en parte, a la acumulación de adenosina, una sustancia que inhibe la actividad neuronal.

La cafeína, por su parte, bloquea temporalmente los receptores de adenosina, evitando esa sensación de fatiga. Al mismo tiempo, una siesta corta (idealmente de 20 a 30 minutos) permite que el cuerpo elimine parte de esa adenosina de forma natural.

La sincronía es perfecta pues mientras duermes, el café comienza a hacer efecto. Así, al despertar, se combinan los beneficios de un descanso ligero con el estímulo de la cafeína, generando un impulso energético superior.

OTROS FACTORES A CONSIDERAR 

Estudios preliminares, como uno liderado por la investigadora Siobhan Banks en 2020, sugieren que esta técnica puede reducir la fatiga y mejorar la concentración. Sin embargo, los expertos aclaran que aún se necesita más investigación, especialmente en poblaciones más amplias y diversas.

También es importante considerar factores individuales como la sensibilidad a la cafeína, la facilidad para dormir siestas y condiciones de salud específicas. Además, los especialistas coinciden en que esta estrategia no reemplaza un buen descanso nocturno.

Por lo tanto, si buscas una forma rápida de recargar energías durante el día, una taza de café seguida de una siesta corta podría ser justo lo que tu cerebro necesita.