Las personas mayores de 60 años deben cuidar su alimentación y actividad física para evitar problemas graves de salud cómo puede ser la diabetes
Por: Jesús Álvarez
Los adultos mayores son personas susceptibles a diferentes enfermedades, sin embargo, un tema que se olvida es el azúcar en sangre. Mantener los niveles bajo control es crucial para la salud de las personas mayores, especialmente para prevenir o manejar la diabetes tipo 2. Es por ello que los expertos han compartido hábitos que pueden ayudar a las personas mayores a mantener una buena salud.
Los niveles de azúcar en sangre son algo que todas las personas debemos cuidar, sin embargo, los adultos mayores deben prestar mayor atención a esto. Afortunadamente, pequeños cambios en el estilo de vida pueden marcar una gran diferencia; dentro de estos cambios hay 3 hábitos esenciales que ayudarán a las personas mayores a tener niveles de azúcar óptimos.
HÁBITOS PARA ADULTOS MAYORES PARA TENER BAJA EL AZÚCAR EN SANGRE
Entre todos los cuidados que hay para los adultos mayores, los expertos en salud y nutricionales han señalado que son 3 los hábitos que pueden marcar una diferencia fundamental en tener niveles de azúcar en sangre bajos y, por ende, una mejor salud. Es importante tomar en cuenta que estos hábitos siempre deben ser llevados de la mano del médico de cabecera.
ACTIVIDAD FÍSICA REGULAR Y MODERADA
No se trata de correr maratones, sino de moverse. Caminar a paso ligero, nadar, hacer yoga o incluso bailar por 30 minutos la mayoría de los días de la semana puede mejorar significativamente la sensibilidad a la insulina y ayudar a las células a absorber mejor la glucosa. La actividad física ayuda a quemar el exceso de azúcar y a mantener un peso saludable.
ALIMENTACIÓN BALANCEADA CON ÉNFASIS EN FIBRA
Una dieta rica en fibra es una herramienta poderosa. Incorporar más verduras, frutas enteras, legumbres y granos integrales retarda la absorción de glucosa y evita picos de azúcar después de las comidas. Reducir el consumo de azúcares añadidos, alimentos procesados y bebidas azucaradas es igualmente importante. Priorizar alimentos con bajo índice glucémico y controlar las porciones son pilares de una buena gestión del azúcar.
GESTIÓN DEL ESTRÉS Y SUEÑO
Aunque menos obvios, el estrés crónico y la falta de sueño de calidad pueden elevar los niveles de azúcar en sangre. El estrés libera hormonas que pueden incrementar la glucosa, mientras que la privación del sueño afecta la sensibilidad a la insulina. Practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o dedicar tiempo a pasatiempos, junto con asegurar entre 7 y 9 horas de sueño nocturno, son hábitos esenciales.