Por: Eduardo Sánchez
Se trata de Xóchitl Salas, quien aseguró que mientras un médico ordenaba que su sobrino recién operado de una agresión con arma punzocortante empezara a caminar para mejorar su situación, otro daba instrucciones diferentes.
Comentó que, al ingresarlo a quirófano y salir bien de la operación, el médico cirujano dio una serie de indicaciones que, no se estaban acatando.
Una de ellas, agregó, fue que no tenía que probar líquido y nada de sólido de alimento durante tres días.
“La situación era muy delicada, después de la operación en el quirófano, mi sobrino empezó a vomitar, todavía la noche del viernes, estuvo así, quejándose del dolor por la operación”, explicó.
Relató que, para el sábado, alrededor de las 9:30 de la mañana ingresó al cuarto otro cirujano a verlo, a quien le hizo saber de las notificaciones anteriores, sin embargo, eran diferentes.
“Las enfermeras no nos dejaron que paráramos a mi sobrino, según porque el doctor no había dejado indicación alguna, por eso mientras no estaba ahí, no lo podíamos levantar”, contó.
Señaló que incluso hasta el lunes no se le había hecho ninguna curación por la herida de la operación, por lo que le empezó a segregar sangre, sin recibir atención, a pesar de haber tenido una operación de alto riesgo.
Aseguró que hace cuatro años su madre murió por una negligencia médica en este mismo hospital, por lo que optó por denunciar este tipo de situaciones que se dan al interior de esta clínica.