Por: Eduardo Sánchez
El tener que tomar la decisión de cerrar su negocio de estética y distribuidora de productos de belleza luego de 24 años en el Centro de la ciudad, ha sido de lo más doloroso, pero por lo pronto no puede pensar en una reapertura, pues se requiere recurso para ello.
Patricia López, es propietaria de Kayros, estética y distribuidora de belleza y es uno de los más de 50 negocios en la ciudad que cerrará, ya que en el marco de la pandemia no ha podido sostener, renta y nómina.
En su negocio contaba con cinco empleados, a todos los tenía dados de alta en el Seguro Social, pues como empresaria siempre le ha interesado hacer las cosas de forma correcta, por lo que debe ahora pensar como costear sus liquidaciones.
A partir del cierre, relató que comenzó a rematar el mobiliario de lo que alguna vez fue su negocio, mientras que los productos de cabello los ha empezado a vender a domicilio, con eso saca para el sostenimiento de su familia.
“La verdad cuando me cerraron estaba desesperada, los gastos se venían, hasta tapabocas vendí para comenzar a vender mis productos de cabello y belleza; la verdad fue hasta un mes después que me cerraron, porque con la pandemia, las personas no pensaban mucho en esos artículos”, dijo.