Por: Eduardo Sánchez
Si su estatus social estaba por debajo de la línea de bienestar, es decir, comprobaran cierto grado de carencias, se hacía beneficiario del apoyo subsidiario para que pudieran inscribir a sus hijos en alguna estancia infantil adscrita a Sedesol, de acuerdo con fuentes de la anterior Sedesol consultadas.
El apoyo federal otorgado a las guarderías era de 950 pesos por niño inscrito y los papás debían, además, pagar una cuota de corresponsabilidad, la cual variaba dependiendo de las características de la estancia infantil, como detalles de infraestructura, número de juegos, ubicación entre otras, por lo que los papás podían pagar desde 200 hasta mil 200 pesos adicionales cada mes.