Menores sicarios, por el ambiente

Por: Eduardo Sánchez

Los menores se vuelven sicarios porque su ambiente primario abre la posibilidad, y no es tanto por una cuestión económica como se cree, señaló Antonio Barragán Bórquez, ganador del primer lugar en Investigaciones Criminológicas 2018, con su trabajo “Adolescentes sicarios en internamiento”.


Por: Denisse Robles

Explicó que esta investigación la realizó el Instituto de Tratamiento y Aplicación de Medidas para Adolescentes (Itama) en Sonora, donde tomó una muestra de 15 menores, de los cuales seis, en efecto, realizaban labores como sicarios, aunque no todos estos llevan un proceso por el delito de homicidio.


Los entrevistados tenían entre los 14 y 17 años, algunos con penas de hasta siete años por el delito cometido en ese entonces, ya que actualmente la pena máxima para menores de edad es de cinco años.

“Es una conjugación de muchos factores que tienen que ver con el ambiente. Ellos son sicarios. Se vuelven sicarios porque su medio ambiente social primario, (que es cuando el individuo empieza a tener contacto con el mundo después de la familia, cuando asiste a la escuela, cuando tienes amigos en el barrio, cuando exploras el barrio y su medio ambiente lo posibilita), se sienten identificados y construyen una identidad en pro de esas figuras que observan”, comentó el sociólogo estudiante de doctorado del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).

Señaló que actualmente no hay datos certeros de cuantos menores relacionados a estos ilícitos se tienen, sin embargo, pueden desempeñar funciones como vendedores, transportistas, como halcones o vigilantes, en la producción o cuidado de cultivos, en el tráfico y el sicariato.

El investigador manifestó que además la mayoría de los entrevistados enfrentan una etapa de arrepentimiento, donde la figura de la mamá es fundamental para ello y donde la mayoría expresó que se sentían arrepentidos.

“Ahí mismo me lo dicen. Me comentaba uno de los muchachos: la neta, te voy a decir la verdad, ahí nadie entra por necesidad económica o la familia, no, entran por que les gusta, les mueve a los compas. Entonces, estas cuestiones nos hablan de que hay algo más profundo que las economías familiares”, relató.