Por: Eduardo Sánchez
Por: Fabián Pérez
Uno de los efectos nocivos de esta añeja práctica es que endurece el suelo y modifica su estructura y baja la infiltración del agua, además empobrece el suelo de materia orgánica.
Entre los efectos positivos de evitar la quema de gavilla, destaca que al dejar la soca del cultivo, evita que el agua de las lluvias de verano escurra propiciando mayor infiltración de agua al suelo, lo que da un mejor piso de mojado para la cantidad de materia orgánica y, al incorporar la soca mejoran las propiedades estructurales y químicas del suelo.
Por estas y muchas otras razones, se debe de evitar esta práctica en las zonas agrícolas y hacer una mayor conciencia entre la comunidad.