Por: Eduardo Sánchez
Esdrey Lara
En diversas comunidades de la región del Mayo, las estancias infantiles reciben decenas de niños, hijos de madres de familia de las cuales la mayoría sale a trabajar a la ciudad o al campo.
Cabe recordar que hasta el mes de diciembre del año pasado los padres de familia hacían aportaciones aproximadamente de 150 pesos semanales, por lo que temen este aumente por la falta del apoyo, lo cual afectaría directamente la economía de los padres.
“Es lamentable ya que, si la cuota de algunas guarderías sube, en mi caso yo tendría que salirme de trabajar y dedicarme a cuidar a mis hijos, y aunque no soy madre soltera, en la actualidad es necesario que trabaje mamá y papá pues el dinero no alcanza”, afirmó Denisse Alcarado Morales, madre de familia de la “Perla del Mayo”.
Etchojoa, Sonora, es una de las regiones más pobres del país: el 90 por ciento de la población son indígenas. Aquí más de 900 niños de las siete estancias infantiles que hay, se verán afectados por los recortes.
Es gente que trabaja en el campo, gente que trabaja en fábricas, no tienen la capacidad para pagar una guardería particular, yo tenía siete maestras trabajando aquí diario y ahorita solamente hay dos y su servidora porque no alcanza”, aseguró Kikey Kinjara Cota, encargada de estancia infantil.
Las madres de familias aseguran estar preocupadas al no saber qué pasará, si cerrarán las estancias o no y qué harán las familias, pues muchas no cuentan con los recursos para pagar una guardería articular.
Pues algunas estancias infantiles se encuentran alejadas de las ciudades y solamente atienden a pocos niños de familia de escasos recursos de Alma Patricia Gastélum Nevares, quien está en El Paredoncito, en el Municipio de Benito Juárez, quien sólo cuenta con cuatro niños y a la semana cobra 50 pesos, y es apoyo a las madres que tienen que trabajar y no tienen donde dejar a los menores.
Madres de familia exhortaron al Gobierno Federal a investigar que estancia necesita más del apoyo ya que muchas madres no tienen con quien dejar a sus hijos en jornadas de trabajo ni tampoco para pagar cuotas altas por guarderías particulares ya que muchas de ellas trabajan con un sueldo mínimo, pagan la alimentación, educación y salud de sus hijos y son sostén de la familia.