Por: Eduardo Sánchez
Para resolver la crisis de desabasto de agua potable que se presenta en esta época de verano en Navojoa, desde hace muchos años, se debe considerar otra fuente disponible como es el caso del agua de uso agrícola, consideró Emilio Borbón Willis.
El ex funcionario de la Comisión Nacional del Agua aseguró que lamentablemente las autoridades nunca han pensado en un plan “B” cuando falta el vital líquido por distintos motivos.
“La perforación de pozos no es la solución para garantizar el agua potable a los navojoenses y no es cuestión de ubicación, sino más bien, es cuestión de abatimiento general del acuífero”, argumentó.
Reiteró que la sugerencia es voltear a la otra fuente disponible, que es el caso del agua de uso agrícola.
“Esta es realmente la solución, cambiar a un uso público urbano, con el 1% del agua del Distrito de Riego al año, se podría resuelve el problema en gran medida,” explicó.
Sin embargo, esta propuesta no es la solución total del problema, aclaró.
“La recomendación es que con los volúmenes captados con la nueva Presa Bicentenario, se inicie un plan de suministro constante de agua al Río Mayo, en las que se puedan tener algunas ventanas”, subrayó.
Una de estas, dijo, es que se podría recuperar el nivel freático del acuífero, se reactivaría el entorno ecológico del Río Mayo, habría un pulmón, se reactivaría la biodiversidad regional, habría un amortiguamiento de la temperatura regional por la vegetación rescatada y proliferación de más lluvias.
Otra ventaja, añadió, sería dejar de bañar a San Juan con agua purificada, apoyando la continuidad de las tradiciones indígenas.
Indicó que la principal ventaja es que se tendría suministro constante a la potabilizadora que se propone en la presa derivadora de Tesia, con una capacidad de 400 litros por segundo, suficientes para dotar de 250 litros por día y por persona, a 100 mil habitantes de Navojoa.
“Con mil hectáreas que se convenga con usuarios del módulo 16, pagándoles solo un peso por metro cubico por año, ellos ganarían 10 mil pesos por hectárea cada año, ya que su dotación es de por lo menos 10 mil metros cúbicos por hectárea anual”, aseveró.
Destacó que el agua de uso agrícola ya se está utilizando para consumo humano en muchas partes del país y en muchas ciudades de los Estados Unidos.
“En los Ángeles y San Diego, en los Estados Unidos, consumen agua que era para uso agrícola, es decir, están invirtiendo en modernizar canales de riego, el agua rescatada va para las ciudades, lo mismo debe ocurrir