Por: Eduardo Sánchez
Los presuntos delitos en que incurrió el magistrado son nepotismos, acoso sexual y laboral, amenaza de muerte al personal que se negaba a presentar su renuncia; obligar a sus colaboradores del tribunal a cobrar cheques por cantidades elevadas y depositarlas en cuentas de Estados Unidos.
El pleno del CJF y su presidente, Arturo Zaldívar, reafirmó el compromiso que han trazado de cero tolerancia a la corrupción, al acoso sexual y a conductas deshonestas e indebidas.
Advirtió que el poder de la función jurisdiccional se define como servicio, y nunca el servicio público se debe entender como poder.
“Todas y todos los juzgadores federales se deben a la gente, a prestar una función que se traduzca en mayor justicia social y expansión de sus derechos y libertades", concluyó.