Por: Eduardo Sánchez
Estudios científicos indican que, en algún momento dado, ambos podrían haber estado unidos molecularmente; investigadores refutan que es prácticamente imposible
Así como la teoría de que los continentes partieron de un solo y gigantesco bloque de tierra, el pangea, científicos de diferentes partes del mundo creen que el primer gen sobre el planeta pudo haber sido un híbrido de ADN y ARN.
Investigadores ingleses, escoceses y polacos desarrollaron un experimento en Inglaterra, en el Consejo de Investigación Médica y Laboratorio de Biología Molecular de la Universidad de Cambridge, donde recrearon las condiciones de la tierra en una fase temprana, con un sistema químico a base de cianuro de hidrógeno.
El ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN) son las principales estructuras en las que se sustenta la vida en el planeta y, según el estudio, podrían haber coexistido en parejas estrictas antes de que surgiera la vida en el planeta.
Con las letras del código genético T (timina), G (guanina), C (citosina) y A (adenina) formaron secuencias que las células interpretan como proteínas, y descubrieron que había 2 del ADN y 2 del ARN.
Al respecto, el jefe de la investigación, John Sutherland, señaló que “la gente ha tendido a pensar en el ARN como el padre del ADN. La presente investigación realizada sugiere que son hermanos moleculares”.
Los resultados fueron cuestionados por otros miembros de la comunidad científica, como Frances Westall, directora del grupo de exobiología en el Centro Nacional Francés de Investigación Científica y Centro de Biofísica Molecular, en la ciudad de Orléans, quien señala que se requieren condiciones muy específicas para conseguir esas bases, pues tendrían que haberse secado y expuesto a luz ultravioleta, obstáculos que en tierra firme fueron fácilmente superados, pero que hace 4 mil millones de años, cuando el agua cubría el planeta, difícilmente se pudieron dar.
“Estas condiciones ciertamente existieron en la Tierra primitiva. No habrían sido tan comunes porque no había tanta masa de tierra expuesta”.
Y aunque consideró el estudio como inteligente, no completamente imposible, refiere que existen mejores hipótesis en cuanto al surgimiento de la vida.
Pero para Sutherland producir ARN y ADN no es tan diferente como se pensaba, pues “la gente ha tendido a pensar que el ARN vino antes que el ADN y de alguna manera luego se hizo cargo. Esto, para mí, sugiere que es posible que pudieras haber tenido un híbrido de ARN-ADN, lo que podría dar lugar a las dos moléculas separadas”.
No obstante, aún falta que se ensamblen los nucleósidos y ribonucleósidos, en cadenas largas, pues con ello se demostraría que las filas híbridas se pueden formar y unir, más allá de la especulación.
Pero admite que como no existe una máquina del tiempo, para él son suficientes los resultados obtenidos con el cianuro de hidrógeno para conocer los orígenes de la vida en la tierra y respalda lo obtenido con por su equipo, que ya trabaja en las posibles rutas químicas de los componentes básicos de la vida.