En esta tierra de volcanes, se esconden historias que desafían la lógica, envuelven el entorno en misterio y siguen siendo contadas
Por: Brayam Chávez
Colima, además de ser conocido por su cálido clima y belleza natural, guarda entre sus calles, montañas y piedras historias que han pasado de generación en generación.
Algunas de ellas parecen tan reales que quienes las escuchan no pueden evitar sentir un escalofrío. En esta tierra de volcanes, se esconden leyendas que desafían la lógica, envuelven el entorno en misterio y siguen siendo contadas por quienes aseguran haber vivido algo extraño.
A continuación, te presentamos tres de las leyendas más espeluznantes del estado pero ten cuidado: una vez que las conoces, tal vez quieras comprobar si son ciertas.
3 LEYENDAS ESPELUZNANTES DE COLIMA
La Piedra Lisa y su hechizo nocturno
En pleno corazón de la ciudad de Colima, se encuentra un monolito conocido como la Piedra Lisa. Según cuenta la tradición, quien se desliza por su superficie resbaladiza se queda ligado a Colima para siempre: ya sea porque se enamora, termina quedándose a vivir, o incluso fallece en esta ciudad.
Convertida en un reto turístico, este enorme tobogán natural atrae curiosos que buscan poner a prueba la maldición. ¿Qué tan cierto es que quienes lo intentan “no pueden escapar”?
La serpiente encantada de Las Cuevitas
Entre Colima y Coquimatlán se encuentran pequeñas cavernas conocidas como Las Cuevitas, y guardan un terrorífico secreto. Cuentan que una serpiente gigantesca protege un tesoro, ya sea de los aztecas o de los cristeros. Aquel que se atreve a entrar y llevarse el botín debe enfrentarse a esta criatura, o será devorado.
La leyenda conserva su misterio: aún hoy día hay quienes escuchan susurros o sienten presencias extrañas en el interior de las cuevas.
La casa de la colina
En Armería, al sur de Colima, hay una vieja casa abandonada en la cima de una colina. La tradición cuenta que en su interior una familia extranjera fue asesinada brutalmente y arrojada a una noria dentro de la propiedad. Según testigos, al caer la noche, es posible ver luces en la casa, música de fiesta y ser invitado a celebrar con figuras que resultan ser cadáveres disfrazados. Al amanecer, la casa está en ruinas, infestada de murciélagos, y los presentes descubren que habían asistido a la fiesta de los muertos