Según la mitología náhuatl, tienen la capacidad de transformarse en animales y succionar la sangre de los humanos
Por: Brayam Chávez
En el corazón de Tlaxcala, donde la tradición y la historia ancestral siguen vivas, existe una leyenda que ha pasado de generación en generación, causando temor y asombro entre quienes la escuchan.
Se trata de las tlahuelpuchis, seres oscuros que, según la mitología náhuatl, tienen la capacidad de transformarse en animales y succionar la sangre de los humanos, especialmente la de los más pequeños.
¿QUÉ SON LAS TLAHUELPUCHIS?
El término “tlahuelpuchi” proviene del náhuatl y puede traducirse como “el que brilla” o “el que ilumina”. Sin embargo, su nombre contrasta profundamente con sus actos, ya que estas entidades son conocidas por su relación con la brujería y los rituales oscuros.
Se dice que son mujeres que, desde su nacimiento, cargan con una maldición que las obliga a alimentarse de sangre humana, sobre todo durante la noche.
La leyenda afirma que por el día son mujeres comunes que se integran a la comunidad, pero llegada la noche, su cuerpo se transforma. Se despojan de sus piernas, que dejan ocultas cerca de su casa, y adquieren la forma de aves como guajolotes o bolas de fuego que surcan el cielo en busca de su presa.
Durante siglos, los habitantes de Tlaxcala han atribuido muertes misteriosas de bebés y niños pequeños a la acción de las tlahuelpuchis.
Aunque no hay evidencia científica que respalde esta creencia, muchas familias siguen tomando precauciones cuando un recién nacido llega al hogar, como colocar tijeras bajo la almohada o colgar espejos cerca de la cuna para repeler a estos seres.
Los ancianos del pueblo narran que algunas tlahuelpuchis incluso pactaban con otros brujos para protegerse unas a otras, y que revelar su identidad era motivo de castigo o incluso muerte dentro de su círculo secreto.
UNA LEYENDA VIVA QUE AÚN GENERA TEMOR
A pesar del paso del tiempo y de los avances tecnológicos, la leyenda de las tlahuelpuchis sigue viva en muchas comunidades rurales de Tlaxcala.
Para algunos es solo una historia que pone a prueba la imaginación, pero para otros es una realidad que sigue presente en las noches más oscuras.
Este relato forma parte del rico y extenso universo de mitos mexicanos que reflejan el temor ancestral a lo desconocido, y que sirven como advertencia, recuerdo y testimonio de una cultura donde lo místico y lo cotidiano se entrelazan con fuerza.