Por: Eduardo Sánchez
“Datos duros, tanto a nivel nacional y mundial, refieren al suicidio como un problema de salud pública, el cual se deriva de problemas emocionales y psicológicos”, dijo el priísta.
El legislador apuntó que, de acuerdo con estudios recientes, las personas más propensas a cometer un acto de este tipo se ubican entre 15 y 29 años y es el entorno educativo donde más fácil se puede detectar una conducta suicida.
El protocolo, añadió, ayudará a que instancias educativas, padres de familia y los propios alumnos puedan advertir cuando un alumno se encuentra con un problema psicológico o emocional y así poder canalizarlo a las instancias correspondientes.