Pocas veces el Gobierno ha actuado de esta manera. Lo hizo en 1944 y 1947, cuando se aplicaron gravámenes a productos extranjeros
Por: Mario Saucedo Gómez
Hoy en día, el tema de los aranceles es una discusión que está sobre la mesa del análisis del Gobierno y de las empresas mexicanas, porque de alguna manera causa efectos en la economía de los consumidores.
Este concepto impositivo no es algo nuevo; viene desde el origen de las civilizaciones, con el objetivo de regular el comercio exterior y proteger las actividades económicas nacionales.
Actualmente, México, haciendo referencia a lo que han sido los aranceles y regulaciones en el mundo, se dispone a aplicar este impuesto a productos provenientes de China. También lo hará a productos cuyo origen sea de países con los cuales México no tenga tratados de libre comercio y exista intercambio comercial en diferentes rubros.
Como ya lo hizo el Gobierno federal al aplicar aranceles al calzado chino —una medida solicitada durante años— con el fin de lograr que la industria zapatera mexicana alcanzara su permanencia y consolidación.
Cabe señalar que no son muchas las ocasiones en que el Gobierno mexicano ha actuado en la aplicación de impuestos arancelarios. Se comenta que lo hizo en 1944 y 1947, cuando se aplicaron cuotas de importación y aranceles ad valorem a productos extranjeros para proteger a la naciente industria nacional. Antes del Tlcan, también se aplicaban con porcentajes elevados.
Otro caso reciente de gran importancia para la industria textil nacional fue la imposición de un arancel temporal a textiles e insumos durante el periodo 2024–2026, en apoyo a esta relevante actividad.
Además, en 2025 se logró aplicar un 19% a productos importados a través de plataformas digitales como Temu, Shein y Amazon, con el objetivo de proteger a la industria nacional y fomentar una competencia justa.
De manera similar, se aplicó un impuesto del 33.5% a las importaciones por paquetería, a partir del 15 de agosto de 2025, lo que permitiría combatir la evasión fiscal.
Como se observa, México sí ha recurrido a los aranceles, pero nunca ha basado el crecimiento económico en los ingresos captados por estos impuestos, como sucede en otros países.
En 2026, México pondrá mayor atención en el concepto arancelario, que representará ingresos importantes en el Presupuesto federal de ese año, con un estimado de captación de 254 mil 800 millones de pesos.
Esto demuestra que la aplicación de aranceles por parte de México hacia otros países puede generar ingresos significativos, además de cumplir una función fundamental: la protección de la industria nacional.
Se podría afirmar que los aranceles son conceptos impositivos mediante los cuales Estados Unidos ha generado una situación económica incierta en México, y que ahora serán aplicados por nuestro país.
Aquí es donde se debe tener completa claridad sobre el destino de los aranceles y regulaciones mexicanas a productos provenientes de países con los cuales no se tienen acuerdos comerciales.
Es importante entender que los tratados o acuerdos comerciales contienen reglamentaciones que indican cómo debe realizarse el intercambio de mercancías, entre otros aspectos. Y como se establece, no pueden aplicarse aranceles por encima de lo estipulado en dichos tratados, ya que para eso se firman entre países.
Lo que hoy se vive en México y en otras economías es, hasta cierto punto, inédito.
En lo que será el paquete económico para el año 2026 que el Gobierno federal aplicará en el país, se contemplan impuestos a videojuegos violentos, refrescos y tabaco, buscando en estos últimos disminuir su consumo por los efectos negativos hacia la salud… Un concepto recurrente en los presupuestos gubernamentales es el anuncio de un “amarre de cinturón” en el ejercicio anual del Presupuesto, que a veces se cumple cuando disminuyen los ingresos... Lo importante en el año 2026 será si la participación del Gobierno y la iniciativa privada logra efectos positivos en el crecimiento de la economía, como lo plantea el Plan México, desarrollando producción de manufactura nacional para comenzar a reducir la dependencia externa.