Por: Eduardo Sánchez
Puede ser que, para muchas personas, lo que pasa hoy en el país, con la pandemia no sea más que una situación de emergencia sanitaria, como han existido en otros tiempos en diferentes partes del mundo y que al pasar todo seguirá como antes.Y no se dejará de tener razón porque muchas cosas seguirán estando igual si no se busca la forma de avanzar en el tiempo de manera diferente, porque la misma sociedad y su forma de vida lo pedirá de esa manera.
Por principio se logró observar que las instituciones de salud no están preparadas para contingencias de la magnitud del covid-19, pues logró poner en situación complicada la atención a la mayoría de la sociedad que estaba con problemas de contagio y se despejó con más claridad lo que ya se sabía: la falta de preparación institucional para emergencias extraordinarias.
A pesar de platicar y decir bastante acerca de la planeación institucional en todos los sentidos del sector Salud, todo eso fue solamente discurso no llevado a la práctica por bastantes años porque la problemática no es únicamente por la falta de espacios hospitalarios. Es mucho más y siempre pasó desapercibido.
Es ahí donde la experiencia de esta pandemia hará necesaria una reinvención y reestructuración del sistema de salud en estados y municipios, que ponga sobre la mesa de las evaluaciones gubernamentales las funciones del sistema de Protección Civil, porque debe de estar al cuidado de la sociedad y hoy su cobertura de atención es muy limitada.
Lo mismo tendrá que suceder en todas las dependencias de gobierno y, a su vez, esto repercutirá en el quehacer de la sociedad, porque de alguna forma todo lo que hoy sucede con la emergencia sanitaria puso a la vista de la sociedad, lo mucho que hay que hacer en las estructuras de gobierno, por su limitada capacidad de respuesta ante contingencias como la que hoy se vive.
Porque no era lo que se decía en el sistema nacional de salud, de su crecimiento y cobertura, sino que eran muy diferente la realidad que se vivía y que desafortunadamente una situación de pandemia, puso en entredicho lo que siempre se observaba, pero no se decía, aunque la realidad del servicio superaba a lo que se manifestaba en los discursos.
Los indicadores de salud no son los que se quisieran estar escuchando diariamente en una situación de emergencia sanitaria, pero es entendible que eso suceda porque anteriormente no existía la oportunidad de conocer hasta que nivel se encontraban las condiciones del sector salud en los estados y municipios del país, en cuanto a infraestructura, atención y calidad en el servicio.
Ojalá y esta situación de complicación en la sociedad mexicana a partir de la pandemia, sea un elemento determinante, para que la atención de prioridad que se debe de tener la atención a la salud mejore de manera sustancial logre retomar las experiencias que se están viviendo y establezca un mejor futuro para la atención a la salud de la sociedad.
En este sector como en otros de necesidad para el mejor desarrollo de la vida de los mexicanos, deberá de hacerse una evaluación concienzuda de su funcionamiento, para que cada vez sea mejor porque es un requerimiento básico del bienestar y ojalá las acciones de gobierno, logren superar a las buenas intenciones que siempre hacen presencia en los discursos.
Para los servicios que proporcionan los tres niveles de gobierno, se les presenta una importante oportunidad de poder reinventarse para estar más acorde a lo que demanda la sociedad y así poder forjar un mejor futuro para las nuevas generaciones, porque en lo que hoy se vive en los servicios de gobierno, quedan bastantes pendientes por atender, para que las perspectivas económicas y sociales sean mejores.
DEL ESCRITORIO
La pandemia ha disminuido en mucho lo que sería un plan de recuperación efectivo hacia la economía de las regiones, porque ahora el interés principal está situado en la salud de la sociedad, entonces lo que es la recuperación del entorno económico, estará en lista de espera en lo que es este 2020, va caminando veloz hacia su segunda mitad y todavía no se perfila una real reactivación económica y esto hace que estos meses venideros, sirvan para preparar el año siguiente… Lo más malo que le pudo haber pasado a las actividades económicas, es que además de la pandemia, vengan a empalmarse las campañas políticas, que son síntomas de disminución de actividad gubernamental y de recursos económicos para continuar impulsando la planta productiva y eso tampoco es positivo… Fue tan repentino el cambio de rutina para las familias mexicanas, que a bastantes prestadores de servicios los tomó en camino de implantar en sus negocios el sistema de comercialización en línea, que ahora es la modalidad más demandada por la sociedad y que no todos los negocios están en ese objetivo, porque a todos los tomó por sorpresa pero llegó para quedarse, entonces.