"Lubilaeum Dioecesanum"

Se acaba el año jubilar diocesano, pero seguimos en el contexto del Año Jubilar de la Esperanza

Por: Saúl Portillo Aranguré

Nuestra Diócesis de Ciudad Obregón tiene una consagración fundacional al Sagrado Corazón de Jesús, razón por lo cual, desde el año pasado, el martes santo, 26 de marzo de 2024, inició un jubileo diocesano por los 350 años de las apariciones de Jesús con su Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque, con un lema diocesano de “Os daré un corazón nuevo” Ezequiel 36:26. Este viernes 27 de junio se clausuró de manera oficial.

Se acaba el año jubilar diocesano, pero seguimos en el contexto del Año Jubilar de la Esperanza, del 2025 aniversario de la encarnación de Nuestro Señor Jesucristo. Comenzó el 24 de diciembre de 2024 y concluirá el 6 de enero de 2026 en Roma. Siguiendo el llamado del Papa Francisco, veremos la clausura con el Papa León XIV. Durante este periodo, la Diócesis sigue invitando a los fieles a peregrinar a la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús y a otras iglesias, declaradas "pórticos de la esperanza", para ganar la indulgencia plenaria y celebrar la fe, pues localmente se clausura el domingo 29 de diciembre de 2025.

Reconocemos que el trabajo diocesano ha sido intenso, muy espiritual y con el uso de las redes de comunicación social, como nunca en la historia de nuestra Diócesis, llevó a contagiar a todos los rincones de la Diócesis, experiencia adquirida por la terrible pandemia. Felicidades a la Pastoral de la Comunicación Diocesana, hermano Martín López, y de los diversos hermanos servidores de las parroquias que han invertido tiempo y recursos, que con paciencia y mucho aprendizaje tecnológico lograron lo que en otros tiempos parecía imposible.

Ver la entrega de nuestro séptimo Obispo de la Diócesis, don Rutilo Felipe Pozos Lorenzini, que durante este tiempo jubilar nos llevó de la mano a grandes homilías, oraciones ante el Santísimo Sacramento del Altar, dirigiendo horas santas con un amor y confianza que contagia, mostrándonos el gran amor contenido en el Sagrado Corazón de Jesús, que no se cansa de amar, perdonar, esperar y sanar. Es un amor infinito y misericordioso que se manifiesta en su entrega total, sacrificio y compasión. Este amor, simbolizado por su corazón, es un amor que no tiene límites y que busca la unión con cada persona.

SUCESOS DE LA MISA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Se inicia con una peregrinación por la Miguel Alemán, con Jesús Eucaristía en la batanga con un gran Sagrado Corazón, donde pedíamos que bendiga esta ciudad y Diócesis, por la arteria vial más importante de la ciudad, para que su bendición cubra pacificando a todas las familias, tan necesitadas de su amor, que reboza su Corazón abierto traspasado.

Dos nombramientos muy importantes: primero, al nuevo vicario general de la Diócesis, padre Salvador Nieves Cárdenas (además del actual vicario general, monseñor Demetrio Moreno Santini), y segundo nombramiento al padre licenciado Daniel Francisco Ureña Cota, como vicario judicial adjunto.

Fuimos testigos de un acontecimiento muy especial, el ver la institución del ministerio de lectorado al candidato a diaconado permanente, al hermano y amigo Ricardo Encinas Kuraica, laico casado, y pedimos que Dios bendiga y proteja en las siguientes etapas de formación, hasta ver la ordenación diaconal en el tiempo oportuno. Oramos por él, pues es el inicio de una etapa eclesial de mayor participación laical, en medio de tanta necesidad de más pastores.

Las noticias sobresalientes en medio de la presentación de las reliquias de primer grado, de Santa Margarita María Alacoque, y de San Claudio La Colombiere, director espiritual de Santa Margarita, que nos acompañan en la Diócesis. También nos leyeron una carta de las hermanas de la comunidad de Francia, Convento de la Visitación, donde fueron las apariciones hace 350 años, en Paray-le-Monial. La carta, firmada por la hermana superiora María Guadalupe Pimienta Sandoval VSM, en un convenio de oración mutua, ellas por la Diócesis y nosotros oraremos por ellas.

Otra gran noticia fue que las “Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús". Esta congregación, también conocida como las "Hermanas de la Cruz", se dedica a la adoración eucarística y a la oración por los sacerdotes, siguiendo el carisma de la beata Conchita Cabrera de Armida, quien fundó la Familia de la Cruz; este año vienen a abrir una casa en Ciudad Obregón. Será un torrente de bendición vocacional y de santidad para nuestros hermanos presbíteros, y por lo tanto para todas las comunidades parroquiales.

Concluimos con la renovación de la consagración de la Diócesis, al Sagrado Corazón de Jesús, así como lo hicimos los de la Archicofradía de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús, que ya vamos cientos que hemos hecho ese acto piadoso de consolación a Jesús de rodillas ante su corazón amoroso.

Y después de todo esto, una lluvia más noche, que la disfrutamos como bendición del cielo en medio de la sequía.

CONFIAR EN EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Debe ser tanta la necesidad que ve en el hombre, en la sociedad y, en especial, en la Diócesis de Ciudad Obregón, que el Señor no puede contener su tan gran amor que quiere entregarnos, no solo su Corazón, sino permitirnos conocer para experimentar que, con él, podemos pedir y obtener humildemente la súplica hecha jaculatoria, diciéndole: “Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío”, repetirlo tantas veces hasta que nuestro corazón ponga su confianza en él, pues el camino de la confianza es camino de santidad y de esperanza, como dice la Palabra de Dios: “Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócelo a Él en todos tus caminos y Él allanará tus senderos”. Proverbios 3:5-6

De los pocos documentos pontificios del Papa Francisco, mi carta encíclica favorita es “Dilexit Nos”, que como testamento espiritual nos la entregó hace ocho meses, entrando a una profunda reflexión del Corazón Humano y Divino de Jesús, para que nuestro corazón humano se divinice por su gracia desbordante de amor, que ha derramado en abundancia a los que le buscan con sincero corazón, es lo que nos corresponde, pues la misma Palabra de Dios nos lo confirma, como una actitud necesaria para encontrar todas sus gracias, te lo fundamento bíblicamente:

Jeremías 17:7-8 “¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en Él tiene puesta su confianza! Es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto”.

Jeremías 29:13 "Cuando me busquen, me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón".

Hebreos 10:22 "Acerquémonos, entonces, con un corazón sincero y llenos de fe, purificados interiormente de toda mala conciencia”.

Colosenses 3:23 “Cualquiera sea el trabajo de ustedes, háganlo de todo corazón, teniendo en cuenta que es para el Señor y no para los hombres”.

EL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, SÍMBOLO DEL AMOR Y LA PUREZA

Por si fuera poco, nuestro Dios, uno y trino, no se ha medido en regalos que nos da para nuestra salvación y entre los más grandes, no solo el de llamarnos sus hermanos, que los somos, sino que en la cruz del calvario, una de las siete palabras, es la entrega de su Madre a la Iglesia, representada en Juan, el discípulo amado, que nos presenta el evangelio como camino para ser como Él y llevarnos a María, como nuestra Madre a nuestra casa, no la dejemos en los altares de los templos, que ella nos acompañe a construirle una casita, en nuestra casa, tal como lo solicitó a San Juan Diego, la santísima Virgen de Guadalupe.

Un día después de la Solemnidad del Sagrado Corazón, es la fiesta litúrgica del Inmaculado Corazón de María, por solicitud a la venerable sor Lucía Dos Santos, vidente de Fátima, casi 100 años, se le pide:

“Tú, al menos, me vienes a consolar y di que todos aquellos que, durante cinco meses, el primer sábado, se confiesen, reciban la sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan 15 minutos de compañía, meditando en los 15 misterios del Rosario con el fin de desagraviarme; yo prometo asistirles, en la hora de la muerte, con todas las gracias necesarias para la salvación de esas almas”. (10 de diciembre de 1925)

Sobre “desagraviar”, “reparar”, “expiar”, lo veremos en otro artículo más adelante.

Que nos consagremos al Inmaculado Corazón de María, es un refugio seguro contra satanás, y que interceda con aquella antigua jaculatoria: “Dulce Corazón de María, sed la salvación del alma mía”, pues es ella quien nos lleva a Jesús, ella es discípula perfecta, ella quiere que “hagan todo lo que Él les diga” (Juan 2,5) como se los dijo a los servidores de la boda de Caná de Galilea.

El Inmaculado Corazón de María representa su amor perfecto a Dios y a la humanidad, su pureza sin mancha y su unión íntima con la Pasión de su Hijo. Es un corazón que guarda todo en silencio, Lucas 2:19 “Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón”; Lucas 2:51 “Su madre conservaba estas cosas en su corazón”.

Nadie como ella ama a Jesús; por eso el dolor de su hijo es el dolor de la madre, y que sufre con Jesús, especialmente al pie de la cruz. (Juan 19:25). El querer del hijo, es el querer de la madre, los dos corazones laten al unísono, Lucas 2:35 “…y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos”.

“Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo” … y al de María también. Amén.

saulportillo@hotmail.com