Los refugios antiaéreos o búnkers, son una herramienta de supervivencia esencial para millones de personas en el Estado judío
Por: Jhoanna Ontiveros Peraza
Mientras el conflicto entre Israel e Iránescala a niveles alarmantes, con ataques cruzados que afectan tanto a instalaciones militares como a zonas civiles, la vida cotidiana en el Estado judío se ha transformado en una rutina de alerta constante. Sin embargo, para muchos israelíes, esta situación no es del todo nueva.
Desde su fundación en 1948, el país ha estado marcado por conflictos bélicos, y como resultado, su población ha desarrollado protocolos y una infraestructura diseñada específicamente para enfrentar ataques aéreos. Un ejemplo claro de ello son los refugios antiaéreos o búnkers, una herramienta de supervivencia esencial para millones de personas en el territorio, que además es obligatorio en Israel contar con uno en casa.
¿CÓMO ES UN BUNKER EN LAS CASAS DE ISRAEL?
Los habitantes de Israel reciben alertas en sus teléfonos móviles de un ataque inminente con entre 15 y 30 minutos de anticipación para que puedan resguardarse en el cuarto de seguridad. Además, el país cuenta con un robusto sistema de alarmas sonoras que advierten a la población cuando un proyectil está por impactar.
Una actriz mexicana que reside en Israel desde hace años compartió recientemente el protocolo de emergencia: al sonar la alarma, los habitantes deben entrar al mamad y sellarlo por completo hasta recibir la notificación oficial de seguridad.
A los bunkers se les conoce como mamads, que en hebreo significa “espacio seguro”. A simple vista pueden parecer habitaciones normales, utilizadas incluso para actividades cotidianas.
Sin embargo, cuando suena la alarma, se convierten en verdaderos refugios: se cierran desde dentro, son imposibles de abrir desde fuera, cuentan con paredes de concreto reforzado, doble puerta y un purificador de aire capaz de filtrar gases como el depimienta o sustancias tóxicas.
Una vez que la amenaza pasa, otro aviso indica que es seguro salir nuevamente a la superficie.
A diferencia de países como México, donde la guerra no es parte del panorama habitual, Israel ha convertido la preparación en una política pública. Esta cultura de la prevención ha sido clave para proteger vidas en momentos de emergencia, aunque no todos los ciudadanos tienen acceso a la misma infraestructura de resguardo.
La situación actual entre Israel e Irán, con ataques que amenazan con arrastrar a otros actores internacionales como Estados Unidos, ha vuelto a poner a prueba la resistencia de un país donde cada casa puede convertirse, en cuestión de minutos, en un escudo contra la tragedia.